miércoles, 28 de mayo de 2008

Vendrán Lluvias Suaves

Les dejo dos interpretaciones visuales del cuento del maestrísimo Ray Bradbury que encontré en YouTube, y en caso de que quieran leer el cuento, lo podrán leer después de los dos videos.





AGOSTO DE 2026
Vendrán lluvias suaves

La voz del reloj cantó en la sala: tictac, las siete, hora de levantarse, hora de levantarse, las siete, como si temiera que nadie se levantase. La casa estaba desierta. El reloj continuó sonando, repitiendo y repitiendo llamadas en el vacío. Las siete y nueve, hora del desayuno, ¡las siete y nueve!

En la cocina el horno del desayuno emitió un siseante suspiro, y de su tibio interior brotaron ocho tostadas perfectamente doradas, ocho huevos fritos, dieciséis lonjas de jamón, dos tazas de café y dos vasos de leche fresca.

-Hoy es cuatro de agosto de dos mil veintiséis -dijo una voz desde el techo de la cocina- en la ciudad de Allendale, California. -Repitió tres veces la fecha, como para que nadie la olvidara- Hoy es el cumpleaños del señor Featherstone. Hoy es el aniversario de la boda de Tilita. Hoy puede pagarse la póliza del seguro y también las cuentas de agua, gas y electricidad.

En algún sitio de las paredes, sonó el clic de los relevadores, y las cintas magnetofónicas se deslizaron bajo ojos eléctricos.

Las ocho y uno, tictac, las ocho y uno, a la escuela, al trabajo, rápido, rápido, ¡las ocho y uno! Pero las puertas no golpearon, las alfombras no recibieron las suaves pisadas de los tacones de goma. Llovía afuera. En la puerta de la calle, la caja del tiempo cantó en voz baja: Lluvia, lluvia, aléjate... zapatones, impermeables, hoy.. Y la lluvia resonó golpeteando la casa vacía.

Afuera, el garaje tocó unas campanillas, levantó la puerta, y descubrió un coche con el motor en marcha. Después de una larga espera, la puerta descendió otra vez.

A las ocho y media los huevos estaban resecos y las tostadas duras como piedras. Un brazo de aluminio los echó en el vertedero, donde un torbellino de agua caliente los arrastró a una garganta de metal que después de digerirlos los llevó al océano distante. Los platos sucios cayeron en una máquina de lavar y emergieron secos y relucientes.

Las nueve y cuarto, cantó el reloj, la hora de la limpieza.

De las guaridas de los muros, salieron disparados los ratones mecánicos. Las habitaciones se poblaron de animalitos de limpieza, todos goma y metal. Tropezaron con las sillas moviendo en círculos los abigotados patines, frotando las alfombras y aspirando delicadamente el polvo oculto. Luego, como invasores misteriosos, volvieron de sopetón a las cuevas. Los rosados ojos eléctricos se apagaron. La casa estaba limpia.

Las diez. El sol asomó por detrás de la lluvia. La casa se alzaba en una ciudad de escombros y cenizas. Era la única que quedaba en pie. De noche, la ciudad en ruinas emitía un resplandor radiactivo que podía verse desde kilómetros a la redonda.

Las diez y cuarto. Los surtidores del jardín giraron en fuentes doradas llenando el aire de la mañana con rocíos de luz. El agua golpeó las ventanas de vidrio y descendió por las paredes carbonizadas del oeste, donde un fuego había quitado la pintura blanca. La fachada del oeste era negra, salvo en cinco sitios. Aquí la silueta pintada de blanco de un hombre que regaba el césped. Allí, como en una fotografía, una mujer agachada recogía unas flores. Un poco más lejos -las imágenes grabadas en la madera en un instante titánico-, un niño con las manos levantadas; más arriba, la imagen de una pelota en el aire, y frente al niño, una niña, con las manos en alto, preparada para atrapar una pelota que nunca acabó de caer. Quedaban esas cinco manchas de pintura: el hombre, la mujer, los niños, la pelota. El resto era una fina capa de carbón. La lluvia suave de los surtidores cubrió el jardín con una luz en cascadas.

Hasta este día, qué bien había guardado la casa su propia paz. Con qué cuidado había preguntado. «¿Quién está ahí? ¿Cuál es el santo y seña?", y como los zorros solitarios y los gatos plañideros no le respondieron, había cerrado herméticamente persianas y puertas, con unas precauciones de solterona que bordeaban la paranoia mecánica.

Cualquier sonido la estremecía. Si un gorrión rozaba los vidrios, la persiana chasqueaba y el pájaro huía, sobresaltado. No, ni siquiera un pájaro podía tocar la casa.

La casa era un altar con diez mil acólitos, grandes, pequeños, serviciales, atentos, en coros. Pero los dioses habían desaparecido y los ritos continuaban insensatos e inútiles.

El mediodía.

Un perro aulló, temblando, en el porche.

La puerta de calle reconoció la voz del perro y se abrió. El perro, en otro tiempo grande y gordo, ahora huesudo y cubierto de llagas, entró y se movió por la casa dejando huellas de lodo. Detrás de él zumbaron unos ratones irritados, irritados por tener que limpiar el lodo, irritados por la molestia.

Pues ni el fragmento de una hoja se escurría por debajo de la puerta sin que los paneles de los muros se abrieran y los ratones de cobre salieran como rayos. El polvo, el pelo o el papel ofensivos, hechos trizas por unas diminutas mandíbulas de acero, desaparecían en las guaridas. De allí unos tubos los llevaban al sótano, y eran arrojados a la boca siseante de un incinerador que aguardaba en un rincón oscuro como un Baal maligno.

El perro corrió escaleras arriba y aulló histéricamente, ante todas las puertas, hasta que al fin comprendió, como ya comprendía la casa, que allí no había más que silencio.

Olfateó el aire y arañó la puerta de la cocina. Detrás de la puerta el horno preparaba unos pancakes que llenaban la casa con un aroma de jarabe de arce.

El perro, tendido ante la puerta, olfateaba con los ojos encendidos y el hocico espumoso. De pronto, echó a correr locamente en círculos, mordiéndose la cola, y cayó muerto. Durante una hora estuvo tendido en la sala.

Las dos, cantó una voz.

Los regimientos de ratones advirtieron al fin el olor casi imperceptible de la descomposición, y salieron murmurando suavemente como hojas grises arrastradas por un viento eléctrico.

Las dos y cuarto.

El perro había desaparecido.

En el sótano, el incinerador se iluminó de pronto y un remolino de chispas subió por la chimenea.

Las dos y treinta y cinco.

Unas mesas de bridge surgieron de las paredes del patio. Los naipes revolotearon sobre el tapete en una lluvia de figuras. En un banco de roble aparecieron martinis y sándwiches de tomate, lechuga y huevo. Sonó una música.

Pero en las mesas silenciosas nadie tocaba las cartas.

A las cuatro, las mesas se plegaron como grandes mariposas y volvieron a los muros.

Las cuatro y media.

Las paredes del cuarto de los niños resplandecieron de pronto.

Aparecieron animales: jirafas amarillas, leones azules, antílopes rosados, panteras lilas que retozaban en una sustancia de cristal. Las paredes eran de vidrio y mostraban colores y escenas de fantasía. Unas películas ocultas pasaban por unos piñones bien aceitados y animaban las paredes. El piso del cuarto imitaba un ondulante campo de cereales. Por él corrían escarabajos de aluminio y grillos de hierro, y en el aire caluroso y tranquilo unas mariposas de gasa rosada revoloteaban sobre un punzante aroma de huellas animales. Había un zumbido como de abejas amarillas dentro de fuelles oscuros, y el perezoso ronroneo de un león. Y había un galope de okapis y el murmullo de una fresca lluvia selvática que caía como otros casos, sobre el pasto almidonado por el viento. De pronto las paredes se disolvieron en llanuras de hierbas abrasadas, kilómetro tras kilómetro, y en un cielo interminable y cálido. Los animales se retiraron a las malezas y los manantiales.

Era la hora de los niños.

Las cinco. La bañera se llenó de agua clara y caliente.

Las seis, las siete, las ocho. Los platos aparecieron y desaparecieron, como manipulados por un mago, y en la biblioteca se oyó un clic. En la mesita de metal, frente al hogar donde ardía animadamente el fuego, brotó un cigarro humeante, con media pulgada de ceniza blanda y gris.

Las nueve. En las camas se encendieron los ocultos circuitos eléctricos, pues las noches eran frescas aquí.

Las nueve y cinco. Una voz habló desde el techo de la biblioteca.

-Señora McClellan, ¿qué poema le gustaría escuchar esta noche?

La casa estaba en silencio.

-Ya que no indica lo que prefiere -dijo la voz al fin---, elegiré un poema cualquiera.

Una suave música se alzó como fondo de la voz.

-Sara Teasdale. Su autor favorito, me parece...

Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra,

y golondrinas que girarán con brillante sonido;

y ranas que cantarán de noche en los estanques

y ciruelos de tembloroso blanco,

y petirrojos que vestirán plumas de fuego

y silbarán en los alambres de las cercas;

y nadie sabrá nada de la guerra,

a nadie le interesará que haya terminado.

A nadie le importará, ni a los pájaros ni a los árboles,

si la humanidad se destruye totalmente;

y la misma primavera, al despertarse al alba

apenas sabrá que hemos desaparecido.

El fuego ardió en el hogar de piedra y el cigarro cayó en el cenicero: un inmóvil montículo de ceniza. Las sillas vacías se enfrentaban entre las paredes silenciosas, y sonaba la música.

A las diez la casa empezó a morir.

Soplaba el viento. La rama desprendida de un árbol entró por la ventana de la cocina. La botella de solvente se hizo trizas y se derramó sobre el horno. En un instante las llamas envolvieron el cuarto.

-¡Fuego! -gritó una voz.

Las luces se encendieron, las bombas vomitaron agua desde los techos. Pero el solvente se extendió sobre el linóleo por debajo de la puerta de la cocina, lamiendo, devorando, mientras las voces repetían a coro:

-¡Fuego, fuego, fuego!

La casa trató de salvarse. Las puertas se cerraron herméticamente, pero el calor había roto las ventanas y el viento entró y avivó el fuego.

La casa cedió terreno cuando el fuego avanzó con una facilidad llameante de cuarto en cuarto en diez millones de chispas furiosas y subió por la escalera. Las escurridizas ratas de agua chillaban desde las paredes, disparaban agua y corrían a buscar más. Y los surtidores de las paredes lanzaban chorros de lluvia mecánica.

Pero era demasiado tarde. En alguna parte, suspirando, una bomba se encogió y se detuvo. La lluvia dejó de caen La reserva del tanque de agua que durante muchos días tranquilos había llenado bañeras y había limpiado platos estaba agotada.

El fuego crepitó escaleras arriba. En las habitaciones altas se nutrió de Picassos y de Matisses, como de golosinas, asando y consumiendo las carnes aceitosas y encrespando tiernamente los lienzos en negras virutas.

Después el fuego se tendió en las camas, se asomó a las ventanas y cambió el color de las cortinas.

De pronto, refuerzos.

De los escotillones del desván salieron unas ciegas caras de robot y de las bocas de grifo brotó un líquido verde.

El fuego retrocedió como un elefante que ha tropezado con un serpiente muerta. Y fueron veinte serpientes las que se deslizaron por el suelo, matando el fuego con una venenosa, clara y fría espuma verde.

Pero el fuego era inteligente y mandó llamas fuera de la casa, y entrando en el desván llegó hasta las bombas. ¡Una explosión! El cerebro del desván, el director de las bombas, se deshizo sobre las vigas en esquirlas de bronce.

El fuego entró en todos los armarios y palpó las ropas que colgaban allí.

La casa se estremeció, hueso de roble sobre hueso, y el esqueleto desnudo se retorció en las llamas, revelando los alambres, los nervios, como si un cirujano hubiera arrancado la piel para que las venas y los capilares rojos se estremecieran en el aire abrasador. ¡Socorro, socorro! ¡Fuego! ¡Corred, corred! El calor rompió los espejos como hielos invernales, tempranos y quebradizos. Y las voces gimieron: fuego, fuego, corred, corred, como una trágica canción infantil; una docena de voces, altas y bajas, como voces de niños que agonizaban en un bosque, solos, solos. Y las voces fueron apagándose, mientras las envolturas de los alambres estallaban como castañas calientes. Una, dos, tres, cuatro, cinco voces murieron.

En el cuarto de los niños ardió la selva. Los leones azules rugieron, las jirafas moradas escaparon dando saltos. Las panteras corrieron en círculos, cambiando de color, y diez millones de animales huyeron ante el fuego y desaparecieron en un lejano río humeante...

Murieron otras diez voces. Y en el último instante, bajo el alud de fuego, otros coros indiferentes anunciaron la hora, tocaron música, segaron el césped con una segadora automática, o movieron frenéticamente un paraguas, dentro y fuera de la casa, ante la puerta que se cerraba y se abría con violencia. Ocurrieron mil cosas, como cuando en una relojería todos los relojes dan locamente la hora, uno tras otro, en una escena de maniática confusión, aunque con cierta unidad; cantando y chillando los últimos ratones de limpieza se lanzaron valientemente fuera de la casa ¡arrastrando las horribles cenizas! Y en la llameante biblioteca una voz leyó un poema tras otro con una sublime despreocupación, hasta que se quemaron todos los carretes de película, hasta que todos los alambres se retorcieron y se destruyeron todos los circuitos.

El fuego hizo estallar la casa y la dejó caer, extendiendo unas faldas de chispas y de humo.

En la cocina, un poco antes de la lluvia de fuego y madera, el horno preparó unos desayunos de proporciones psicopáticas: diez docenas de huevos, seis hogazas de tostadas, veinte docenas de lonjas de jamón, que fueron devoradas por el fuego y encendieron otra vez el horno, que siseó histéricamente.

El derrumbe. El altillo se derrumbó sobre la cocina y la sala. La sala cayó al sótano, el sótano al subsótano. La congeladora, el sillón, las cintas grabadoras, los circuitos y las camas se amontonaron muy abajo como un desordenado túmulo de huesos.

Humo y silencio. Una gran cantidad de humo.

La aurora asomó débilmente por el este. Entre las ruinas se levantaba sólo una pared. Dentro de la pared una última voz repetía y repetía, una y otra vez, mientras el sol se elevaba sobre el montón de escombros humeantes:

-Hoy es cinco de agosto de dos mil veintiséis hoy es cinco de agosto de dos mil veintiséis, hoy es...


Saludos a todos

lunes, 26 de mayo de 2008

Arte u obstrucción

Recién leo esta noticia en El Faro y lo cierto es que se exponen muchas de las ideas que siempre rondan algunas cabezas.

En fin, les dejo el link para que sean ustedes los que juzguen y saquen sus conclusiones, pero recuerdo mucho aquello de "Paren el mundo, me quiero bajar".

Saludos a todos

viernes, 23 de mayo de 2008

Como para perder el aliento...

Para hablar largo y tendido de estos dos personajes, realmente me haría falta un libro (o dos) para cada uno, así que me conformaré con dejarlos con dos grandes, dos gigantes, monstruos de la música: Louis Armstrong y Johnny Cash.

Louis Armstrong and Johnny Cash - Blue Yodel No. 9



Espero lo disfruten

Saludos a todos

miércoles, 21 de mayo de 2008

Recuerdos del peligro o "uno de cipote es tonto"

Update: Tal y como Soy Salvadoreño me hizo notar, el link de la noticia estaba malo, mis disculpas por el error, ya está corregido y pueden leer la noticia. Gracias por el aviso

El día de ayer en La Prensa Gráfica, aparecía esta noticia y después de leerla evoqué parte de mi pasado.

Paralelo al bachillerato saqué un "técnico en contabilidad" para poder trabajar después de sacar el bachillerato (algún día les habré de contar de lo traumático que me resultó trabajar como contador, eso es un trauma de verdad). Dicho técnico lo saqué en una de esas instituciones que te ofrecían (ya no existe más ese lugar) el cielo en 8 meses. Así pues, después de las clases iba yo a mis clases de contabilidad. Sin embargo, me tocó, además de las horas sociales del colegio, hacer horas sociales en este otro lugar, por lo que tenía doble jornada de horas sociales.

En fin, las horas sociales de mi "segunda institución" las hicimos en el ahora estacionamiento del hospital San Rafael de Santa Tecla. En realidad lo que nos pusieron a hacer era precisamente preparar el terreno para lo que luego se convertiría en el estacionamiento, que por aquel entonces no era más que un "montarrascal" y un basurero.

La verdad es que la pasábamos bien en las clases con aquellos vándalos compañeros míos (obvio que yo también era uno de ellos) y nos emocionaba hasta lo indecible poder estar casi toda la tarde en aquel lugar (y salir un poco de la rutina), en fin al llegar: emoción total.

Miren a la enfermera aquella... uy, así sí me enfermo.
Vea usted al doctor, acosando a la pobre señorita de la recepción.
Increíble pero cierto, aquel señor que parece que se esté muriendo no puede ser atendido por falta de camas... naaaahh... sí, es cierto... ¿en serio?

Todo era novedad y confirmación de lo que nos habían dicho siempre, al mismo tiempo. Veíamos la cruel realidad de los enfermos que eran atendidos por enfermeras y médicos sin sentido de "servicios al cliente" (léase conciencia) y nos asombrábamos de que fuese realidad; veíamos la forma en que los alimentos eran preparados en aquel lugar y no podíamos creer que los pobres enfermos pudiesen sobrevivir (el lugar en el que trabajábamos quedaba cerca de lo que en aquel entonces era la cocina)

En fin, después de constatar con nuestros propios ojos lo que ya se nos había dichos hasta la saciedad, llegábamos al lugar en cuestión: el basurero. Nuestras labores consistían en limpiar, "chapodar" y apilar la basura que saliese.

Sin embargo, y siendo adolescentes aguerridos (sinónimo de idiotas) nos poníamos a jugar con algunas de las cosas que encontrábamos en aquel paraíso de desechos, es decir, jugábamos a dispararnos con jeringas usadas (muchas de ellas con la aguja puesta), frascos que contenían... sabrá Dios qué cosas, bolsas de las que no recuerdo su contenido pero que olían lejanamente a formaldeído. Como ya les conté, era un paraíso de lo mortalmente atractivo.

Después de la remoción de enormes cantidades de basura, encontramos un agujero tapado, la tapadera era un trozo de lámina con un pedazo de madera por agarradero que no presentó ninguna resistencia cuando decidimos abrirlo. ¡Sorpresa! Placentas de antiguas parturientas descomponiéndose. El olor nos avisó de que era un producto orgánico en descomposición (listísimos los muchachos) y claro, decidimos ver lo que era, el agujero no era precisamente profundo así que pudimos constatar, al día siguiente después de haberlos corroborado en la biblioteca (¡la red de Hospitales Nacionales constribuyendo a la educación!) que eran placentas (y si no lo eran... ¡carajo que bien disimulaban!)

Al cabo de dos semanas, las horas sociales terminaron, las clases volvieron y nosotros terminamos sanos y salvos (bueno... locos, pero eso no fue a causa de lo encontramos en aquel lugar) y, al menos yo, no volví por aquel lugar que, de hecho, no me trae en lo absoluto malos recuerdos. Ahora, más de 10 años después, me doy cuenta de que las cosas en algunos hospitales parecen no haber cambiado... yo estoy más viejo, pero las costumbres siguen igual.

Quiero aclarar que esta anécdota (porque sí sucedió, en serio, de veras de veritas) sucedió en 1992, y todo aquello cambió radicalmente en el año siguiente, cuando todo lo que nosotros limpiamos se transformó en el estacionamiento del hospital y que la única razón para contar esto es... la necesidad de escribir y las jugarretas de la memoria. Ignoro como estará hoy ese hospital, pero al menos en aquel entonces... sirvió para recordarnos a todos que las apariencias suelen engañar.

Saludos a todos.

jueves, 15 de mayo de 2008

Genesis: Maravilloso en estos momentos

El grupo de rock británico Genesis es tan viejo que proviene de los años sesenta. Originalmente con la voz líder de Peter Gabriel, alcanzó fama con éxitos como "The Musical Box", un rock progresivo bastante conceptual que robaba la atención del escucha por 10 minutos. Luego, de la mano de Phil Collins, dieron vida a éxitos inmortales como Throw it away, Into deep, Hold on my heart, No son of mine y muuuuuuuuuuuchos otros.

La canción que me vino a la mente, con los hechos acaecidos hace poco, protagonizados por un conocidísimo pastor de una iglesia evangélica, famoso entre los laicos, no por sus obras altruistas o humanitarias, sino por gustar en exceso de aquello de lo que hablaba Jesucristo cuando dijo "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", o algo así.

En fin, les dejo con esta maravillos canción, que está con su traducción al español. Les recuerda a alguien, tanto el vídeo como la letra? Apuesto a que sí.



You see the face on the tv screen
Coming at you every sunday
See that face on the billboard
That man is me

On the cover of the magazine
Theres no question why Im smiling
You buy a piece of paradise
You buy a piece of me

Ill get you everything you wanted
Ill get you everything you need
Dont need to believe in hereafter
Just believe in me

Cos jesus he knows me
And he knows Im right
Ive been talking to jesus all my life
Oh yes he knows me
And he knows Im right
And hes been telling me
Everything is alright

I believe in the family
With my ever loving wife beside me
But she dont know about my girlfriend
Or the man I met last night

Do you believe in god
Cos thats what Im selling
And if you wanna get to heaven
Ill see you right

You wont even have to leave your house
Or get outta your chair
You dont even have to touch that dial
Cos Im everywhere

And jesus he knows me
And he knows Im right
Ive been talking to jesus all my life
Oh yes he knows me
And he knows Im right
Well hes been telling me
Everythings gonna be alright

Wont find me practising what Im preaching
Wont find me making no sacrifice
But I can get you a pocketful of miracles
If you promise to be good, try to be nice
God will take good care of you
Just do as I say, dont do as I do

Im counting my blessings,
Ive found true happiness
Cos Im getting richer, day by day
You can find me in the phone book,
Just call my toll free number
You can do it anyway you want
Just do it right away

Therell be no doubt in your mind
Youll believe everything Im saying
If you wanna get closer to him
Get on your knees and start paying

Cos jesus he knows me
And he knows Im right
Ive been talking to jesus all my life
Oh yes he knows me
And he knows Im right
Well hes been telling me
Everythings gonna be alright, alright

Jesus he knows me
Jesus he knows me, you know...

Traducción al español:

¿Tu ves la cara en la pantalla de televisión
Llegando a ti todos los domingos?
¿Ves esa cara en la revista Billboard?
Ese hombre soy yo

En la tapa de la revista
No se me cuestiona por que estoy sonriendo
Tu compras un pedazo de paraíso
Tu compras un pedazo de mi

Yo te conseguiré todo lo que siempre quisiste
Yo te conseguiré todo lo que necesitas
No necesitas creer en el futuro
Solo cree en mi

Porque Jesús me conoce
Y el sabe que tengo razón
Yo he estado hablando con Jesús toda mi vida
Oh, si, él me conoce
Y el sabe que tengo razón
Y el me ha dicho
Que todo está bien

Yo creo en la familia
Con mi siempre amada esposa a mi lado
Pero ella no sabe nada de mi novia
Ni del hombre que conocí anoche

¿Tu crees en Dios?
Porque es eso lo que estoy vendiendo
Y si tu quieres ir al cielo
Yo te veré ahí

Tu ni siquiera tendrás que dejar tu casa
O levantarte de tu silla
Ni siquiera tendrás que tocar el dial
Porque estoy en todas partes

Porque Jesús me conoce
Y el sabe que tengo razón
Yo he estado hablando con Jesús toda mi vida
Oh, si, él me conoce
Y el sabe que tengo razón
Y el me ha dicho
Que todo va a estar bien

No me encontrarás practicando lo que predico
No me encontrarás haciendo ningún sacrificio
Pero yo puedo darte un bolsillo lleno de milagros
Si tu prometes ser bueno, trata de ser agradable
Dios cuidará bien de ti
Solo has lo que digo y no lo que hago

Yo cuento mis bendiciones
Encontré verdadera felicidad
Porque me estoy haciendo rico día a día
Puedes encontrarme en la guía telefónica
Solo llama a mi número gratuito
Puedes hacerlo de cualquier manera que quieras
Pero hazlo ahora

No habrá duda en tu mente
Creerás en todo lo que digo
Si quieres llegar junto a Él
Arrodíllate y comienza a rezar

Porque Jesús me conoce
Y el sabe que tengo razón
Yo he estado hablando con Jesús toda mi vida
Oh, si, él me conoce
Y el sabe que tengo razón
Y el me ha dicho
Que todo va a estar bien

Porque Jesús me conoce
Y el sabe que tengo razón
Oh, si, el me conoce
Y el sabe que tengo razón
Yo he estado hablando con Jesús toda mi vida
Y el me ha dicho
Que todo va a estar bien

Jesús me conoce
Jesús me conoce
Jesús me conoce
Jesús me conoce

Saludos a todos

martes, 13 de mayo de 2008

Da risa, da cólera... da náuseas

Las primeras doce páginas de un conocido periódico salvadoreño, típico en sus ataques a la izquierda salvadoreña, son dedicadas el día de hoy a "desentrañar" los vínculos entre el FMLN y las FARC.

Bien, nadie tiene la verdad en sus manos y no puede decirse con certeza absoluta (todavía), si esto es ciero o no, sin embargo y lo que realmente me mueve a escribir esto, es simplemente la forma en la que todo se "articula" como por arte de magia cuando se trata de "desentrañar" la verdad.

Si bien es cierto la noticia no debe pasar desapercibida pues la realidad nacional no sólo tiene un matiz, lo cierto es que resulta hilarante al principio, indignante después, el ver la forma en la que estos señores de El Diario de Hoy dedican todos sus recursos a la desestimación de la fuerza política de oposición al gobierno actual.

Es increíble como todo lo demás ha pasado a segundo plano con la noticia de estas supuestas vinculaciones: nada más importa, olvídese de los altos precios del petróleo y los productos de la canasta básica, olvídese de que los buseros hacen lo que les da la gana pues tiene el poder para hacerlo, olvídese de que un tipejo vendido, manipulador y maltratador de mujeres (no lo digo yo, lo dicen las mujeres maltratadas), preso en Estados Unidos ha sido nombrado Hijo Meritísimo de la Patria y que éste mismo tipejo ha dicho a todos sus acólitos que NO voten por el candidato de la izquierda y se ha declarado simpatizante del partido ARENA, olvídese de todo, lo que importa es el vínculo del FMLN con las FARC... y por supuesto quién será el eliminado este domingo en Bailando por un Sueño.

Repito que esto no significa que la noticia no tenga importancia o que deba dejarse de lado, pues nadie debería escaparse de la verdad, pero es tan obvia la intención de este periódico, que da lástima.

Como dice mi buena amiga Virginia (y ojo niña Virginia que lo digo con orgullo), a veces este país me da ASCO.

Saludos a todos

viernes, 9 de mayo de 2008

Urge la automatización de los pagos del Fondo Social para la Vivienda

La gran mayoría de salvadoreños, siendo que los ingresos son verdaderamente exiguos en las más de las veces, nos hemos visto en la necesidad de costear el pago de nuestras casas con el Fondo Social para la Vivienda, institución autónoma que figura entre las que peor servicio al cliente tienen, según encuestas hechas a boca de jarro por un servidor a una inmensa cantidad de personas (es decir, no es tampoco una encuesta de esas que están respaldadas por CID-GALLUP,... esperen, ¿esto significa entonces que soy confiable?, jeje)

Muchas empresas se niegan, por razones de "costos", a aceptar las órdenes de descuento que emite el Fondo Social para la Vivienda, obligando de esta manera a muchas personas a ir personalmente a hacer cola (ingente siempre, aquí no aplica el “la mayoría de las veces”).

La cola empieza a formarse a eso de las 7:30 de la mañana, cuando aún falta una hora y treinta minutos para que el banco abra. Como es de imaginarse, a las nueve de la mañana, hora en que el banco abre sus puertas al público, la cola sale de las instalaciones y le da la vuelta a la manzana, si para algunos resulta difícil de creer, basta con que se asomen a una agencia del banco Cuscatlán (que es el banco en donde han de hacerse los pagos del Fondo), digamos la agencia de la Avenida España para que constaten lo que digo. Hay que admitir que la presteza con con que se hacen ahora los pagos es muchísimo mayor de lo que era hace cuatro o cinco años, pero eso no quita el hecho de que hay que hacer cola por hora y media para poder pagar un solo recibo y salir a una hora decente del banco.

Navegando por el sitio del Fondo, nos podemos dar cuenta de que no existe en toda la página, una sola opción para poder hacer los pagos en línea, como ocurre con una gran cantidad de instituciones bancarias y otras empresas comerciales o de servicios.

Si bien es cierto la inversión que habría que hacerse, no debe ser poca, al final redundaría en una mejor y más eficiente institución que, al final de cuentas, es una de las instituciones que más dinero perciben en concepto de pago por cliente.

La automatización de los pagos es urgente, siendo que no es tan sencillo como acercarse a una agencia (como es el caso de algunas empresas privadas que brindan servicios como la telefonía) y pagar. La institución como tal no está autorizada para captar fondos del público, así que todo debe hacerse a través de una institución bancaria, lo que hace que estos pagos se conviertan en un infierno para todos los que deben pagar su casa a finales o principios de mes. Los requisitos para hacer los pagos un tanto más accesibles (a través, por ejemplo, de su página web), están sobradamente cumplidos:

- Una cantidad de clientes considerable
- Un flujo de dinero considerable (para este año se espera captar $110 millones de dólares en concepto de pago por préstamos)
-Una estructura actual con demasiadas deficiencias

Si bien es cierto que podría pensarse que la cantidad de clientes con acceso a internet no es tanta, lo cierto es que cada vez son más y más las personas que hacen uso del internet, no solamente a nivel domiciliar, sino también en sus trabajos, lo que convertiría a esta herramienta en un verdadero salvavidas para muchos de los que, obligádamente, tienen que sufrir de las interminables colas y el inclemente sol mes a mes.

Finalmente, y pecando de conspirador, me intringan las razones por las cuales no se ha hecho nada a este respecto hasta el día de hoy. Se tienen los recursos, se tiene la “mano de obra calificada” y se tienen los canales adecuados para llevar esto a cabo (en caso de que no se quisiese o no se tuviesen los recursos internos, se puede recurrir a una licitación pública). Entonces, ¿qué ocurre?, ¿a qué se debe esta negligencia? Hay que admitir que las empresas gubernamentales se han caracterizado siempre por su negligencia, pero es precisamente eso lo que no deja de despertar un poco de preocupación, pues eso no es más que la sintomatología de un Estado que está ansioso por deshacerse de sus propias instituciones y que puede utilizar cualquiera de estas razones como excusas. Espero sinceramente equivocarme.

Saludos a todos

miércoles, 7 de mayo de 2008

Todo cambio es bueno... dicen

Bien, como ya se habrán dado cuenta, he decidido hacer un leve cambio al blog, sobre todo porque más de una persona me reclamó por el dolor en los ojos después de leer una entrada en un fondo negro y con letras blancas.

Bien, no me he hecho el de los panes, así que decidí poner manos a la obra y darle una nueva visión al blog, espero sea de su agrado. Caso contrario, por favor háganmelo saber, así sabré si hay algo que sus ojos no soportan.

Saludos a todos.

PD: Este cambio también fue inspirado por Raúl, gracias por la inspiración.

sábado, 3 de mayo de 2008

Ubuntu Hardy Heron

Bien, después de cierto tiempo de esperar, me decidí a instalar la nueva versión de Linux Ubuntu: 8.04, cuyo nombre es Hardy Heron. Al mismo tiempo me decidí por fin a comprar una tarjeta de vídeo, que obviamente terminó en la instalación de compiz-fussion y AWN, que terminó en el siguiente resultado:



Lo admito, este post es totalmente ególatra,... pero es verdaderamente gratificante.

Lo siguiente es esperar por la nueva versión de Debian (lenny) para instalarla, ya que tengo las dos distros de Linux en mi máquina.

Sin más por el momento no queda más que pedir disculpas por hacer este post tan lleno de orgullo tonto, jeje, pero en fin, quién puede evitarlo ;)

Saludos a todos

jueves, 1 de mayo de 2008

La Teletón Según Molotov

Después de una larga ausencia (por la que pido disculpas), les traigo a un grupo mexicano que se ha caracterizado por sus letras "peculiares" y sus mensajes directos.

La canción que les traigo en esta ocasión no es precisamente la excepción de la regla, se titula No me da mi navidad y es una especie de "para la teletón con cariño"

Que la disfruten:



(Ala One, ala Two ala Five Five Five)

Ya va a caminar mi hermanito por que anoche se puso hasta el pito
ayuda a este pobre crudito a que se coma su desayunito
inviertanle al ROCK ´N ROLL es patrimonio de nuestra nación
queremos llegar a un millón, así que aflojen se quiñon
deduzcan sus donaciones para largarnos de vacaciones
ayuda a nuestras mansiones pa´ que les cambiemos los sillones
apoyen a mi sobrinita que ya tuvo varias operaciones
va a necesitar cirugía hay que agrandarle los chicharrones

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

El rock es cultura, el SKY es agricultura
apoya a tu banda local desde la cuna hasta la sepultura (ohh! Yeah!!)
ayuda a los punketones a que se compren sus resintrones
o manden latitas de tinher, por que la bolsa es pa´ los alcoholes
para mi que ese teleton es de puro chocolaton
ayudar de corazón es ayudar a nuestro punketon
hay que llenar la pancita del cochinito del punketo
mas no confundir la alcancía con el marrano de Mondragón

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

Dime tu ¿que vas ha hacer?
(Te vale madres!)
Con los niños de la calle
(Que se mueran)
Si en la calle hay tantos baches
(A mi que!!!)
que ya no se puede dormir

No me da mi Navidad, No me da mi Navidad
No me da mi Navidad, No me da mi Navidad

C´mon!

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
Punketon

No me da mi Navidad
Punketon

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)

No me da mi Navidad
me da mi navidad, me da mi navidad (Punketon)...

Saludos a todos