martes, 24 de junio de 2008

Historia en Dos Ciudades (otra vez) Parte final

Esta es la parte final de una historia cuya primera parte está aquí y la segunda parte estáaquí.

HISTORIA EN DOS CIUDADES Parte Final

Es increíble como las cosas poco a poco se transforman y nos llenan de gozo. En mi ciudad natal, por carecer de padres, me hubiesen marginado y me hubiesen tomado como una de las personas que no pueden optar a la felicidad de estar junto a la persona que se ama. Los padres de Tabitha, por otro lado, se alegraron de que alguien tan honrado y trabajador como yo les pidiese a su hija en matrimonio.

En realidad, las ciudades tienen a los habitantes que merecen: los habitantes de Sodoma en realidad son de lo más amables y son incapaces de sentir envidia o rencor por alguien. Y lo que digo queda demostrado con Lot. Pero me adelanto a los acontecimientos, sobre todo por que lo que mi corazón arde en deseos de contar, es precisamente que, por fin, Tabitha es mi esposa y yo, finalmente vivo en la ciudad de Sodoma.

Nuestra boda, como cualquier boda de pobre fue de poca pompa, pero comoquiera que los habitantes de Sodoma son siempre alegres y dispuestos a celebrar las alegrías de todos, casi todo el pueblo nos acompañó en nuestra felicidad de pobre, que por demás es la más grande de las felicidades, pues es la que más cuesta alcanzar. Decía en fin, que casi todo el pueblo llegó a nuestra boda para celebrar nuestro gozo, claro está, el único que no llegó fue Lot, y digo que fue el único porque efectivamente su esposa e hijas si llegaron a desearnos toda la felicidad posible de ser alcanzada.

En fin, finalmente y después de nuestra boda, nos mudamos a una pequeña y hermosa casa en las inmediaciones del pueblo bella por lo demás, pero con un defecto: somos vecinos de Lot, los padres de Tabitha viven en la otra casa contigua a la de Lot, es decir, la casa de Lot es la que nos separa de los padres de mi esposa. Es extraño, todo el pueblo está consciente de la belleza de la ciudad, todos compartimos la felicidad de tener una ciudad que nos quiera tanto, pero Lot se empeña en magnificar las cosas, como cuando te ves las manos a través de las aguas del mar cuando el agua es tranquila: se ven enormes, exageradas y feas. Lot se empeña en decir que el gozo público está en contra de las leyes de su dios, que el hecho de que algunos hombres gusten de otros hombres o que algunas mujeres gusten de otras mujeres está también en contra de las leyes de su dios, y habla de un castigo y de que su juicio será tremendo en contra de la ciudad y sus alrededores, dice que la adoración a otros dioses es un pecado que su dios castiga con la muerte, siendo que la venganza le pertenece a dicho dios. Eso nos lo dijo cuando recién nos mudábamos aquí y verdaderamente no logro entender cómo un dios puede estar en contra de los actos del deseo de la carne y del amor, cuando éste existe, y luego estar a favor de arrasar con un pueblo entero en nombre de la venganza. ¿No es esa la forma más cruel de comportamiento, no sólo en un dios sino en una persona? No, no creo que el dios de Lot sea capaz de actuar de esa forma con una ciudad cuyo único pecado es el ser demasiado pequeña como para dar albergue a todo aquel que quiera vivir en ella... es imposible.
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Las cosas con Tabitha cambian de bueno a excelente, ella me despierta todas las emociones positivas de las que un hombre es capaz: me pone tierno, cariñoso, lleno de deseos por poseerla, comprensivo, protector, protegido... hay tantas cosas que siento cuando estamos juntos, que no podría alcanzarme una vida para describirlas. Nuestras grandes pasiones son últimamente salir a dar paseos largos, tan largos como para llegar a Gomorra e incluso mucho más allá. Por cierto, hay que decir que si bien es Sodoma la ciudad más bella de los alrededores, Gomorra no se le queda atrás por mucho y verdaderamente dan deseos de volver. La vida es muy barata: nos cambiaron cuatro hogazas de pan por unas piezas de telas con las que pienso hacerle a Tabitha unos vestidos exquisitos para que se vea más bella todavía, si es que eso es posible. En fin, estos paseos los damos casi a diario, incluso cuando las cosas se han estado poniendo verdaderamente extrañas a nuestro alrededor. Hace algunos días hubo un pleito fuerte entre las personas del pueblo y Lot, que dijo que el final de nuestra hermosísima ciudad se acerca. Los habitantes hicieron un gran escándalo y amenazaron con expulsar a Lot de la ciudad. Claro está, conociendo a los habitantes de Sodoma, son seguramente amenazas que jamás cumplirán: tienen demasiado buen corazón.


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Es extraño: ayer cuando regresábamos de nuestro paseo cotidiano nos contaron algunos vecinos que hubo un censo y que todos los habitantes fueron censados, excepto nosotros, claro, ya que no estábamos. Más extraño todavía, el censo parece haber sido idea de Lot, o algo así fue lo que me contaron. En el censo hacían preguntas extrañas como, "¿con qué frecuencia hace usted su gozo público?", "¿gusta usted del contacto carnal con hombres?", (pregunta que hacían cuando el censado era hombre),... en fin, preguntas realmente extrañas.

Posteriormente dos extraños llegaron a la casa de Lot. Los habitantes de la ciudad decidieron ir a casa de Lot para poder conocer a los extraños. Tanto es así que le pidieron a Lot que presentara a los visitantes para conocerlos o para brindarles placer si ellos querían. Luego Lot hizo algo que aún ahora no alcanzo a entender: le ofreció su hija al pueblo para que la gozaran, con tal de que dejaran a los dos personajes tranquilos, cosa por demás extraña, siendo que la jovencita no ha conocido varón y ese acto (el de ofrecerse) es algo que, en todo caso, le corresponde decidir a ella y no a Lot. Definitivamente Lot está loco, y su proceder es algo que en definitiva yo no tendría.

Afortunadamente, después de todo, Lot salió corriendo, de hecho, escribo esto mientras Lot aún corre, pues no hace mucho lo que he narrado, ha ocurrido. En fin, me alegro que Lot se haya ido, en realidad creo que una ciudad como Sodoma no se merece a alguien que no sea feliz. Bien, tengo que despedirme, Tabitha me espera en la habitación y yo no quiero hacerla esperar: la amo tanto, y estoy totalmente seguro de querer permanecer mi vida junto a ella, por larga o corta que ésta sea. Me haría tan feliz saber que voy a envejecer teniendo a mi lado a una mujer que amo tanto, aunque si mi vida llegase hoy a su fin, moriría feliz sabiendo que conocí el amor, que conocí el deseo, que conocí la ternura... que conocí a Tabitha...Me despido ahora, la más hermosa de las mujeres me espera. Que felicidad, que alegría. Que extraño... el cielo se nubló de repente, parece que caerá una tormenta, pero si estoy con ella, no importa... adiós.


FIN

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante tema para conversar.
Saludos

Nasty Heroes dijo...

@soy salvadoreño: Me agrada la idea.

Saludos

El mal ejemplo dijo...

siempre sospeché de Lot como un agente provocador...
:P
***
es una buena idea esto de "sodoma y gomorra" desde adentro. la versión de los vencidos, qué sé yo.
pero yo creo que dejaste algunas cosas sólo como pincelazos.

saludos...

Nasty Heroes dijo...

@el mal ejemplo: De hecho así fue, es que fue un proyecto que comencé y nunca llevé al término que hubiese deseado. Eso de trabajar cuando uno ha nacido para rey es siempre un problema :b.

Sin embargo, y siendo que rescaté del olvido el cuentecito, espero poder ampliarlo y hacer que los pincelazos se conviertan en trazos un poco mejor definidos.

Saludos y gracias por la visita