Pues vea, Almanzor no alcanza la categoría de comic, al menos según
entiendo, pues es una serie de cuatro historias cortas, publicadas en la
revista Skorpio y que relatan los intentos y muertes (sí, sí, muertes
dice, no es un error) de Almanzor, antiguo gran hechicero, condenado por
sus compañeros a convertirse en mortal y a enmendarse, ayudando a los
inocentes y además (bonita condición), morir mil veces, antes de que
pueda redimirse del todo.
Poco se puede decir de esto, pues al parecer es una historia que no concluye, pues al menos yo no he logrado encontrar más historias de Almanzor por ningún lado. Con que, al parecer, estas cuatro son las únicas existentes.
En corto, Almanzor está, en un inicio, con dos voluptuosas mujeres, cuando los tres grandes hechiceros irrumpen en el lugar y lo condenan a morir mil veces antes de lograr ser de nuevo un hechicero supremo.
La primera muerte y la primera de las historias, es sobre un verdugo que se ve
en la triste necesidad de matar a su hermano, un patán que ha violado a una muchacha del pueblo, con lo que Almanzor se echa la culpa y él muere, mientras que el verdugo se ve libre de matar a su hermano, quien, al verse libre, se emborracha y va a ver el lugar en donde el desdichado fue colgado. Al no encontrar el cuerpo se extraña, mientras muere a manos de Almanzor que ya ha resucitado y que hace justicia, ya que efectivamente, el hermano del verdugo había sido el culpable.
En la siguiente historia Almanzor hace justicia al matar a un abusador, que resulta ser el hijo del terrateniente del lugar, que lo apresa y lo tortura hasta la muerte, quien después muere.
La tercera historia cuenta la historia de una hermosa virgen que va a
convertirse en la esclava de un presunto demonio. Lo primero es, como no, hacer que la virgen lo deje de ser, con que él se encarga de tan ardua tarea. Ella se enamora de él, pero el demonio se bate con él a duelo y mueren los dos, así que la muchacha se quita la vida, ya que no puede estar con el amor de su vida.
Él revive, claro está y se marcha del lugar, y la madre de la virgen termina agradecida, pues aquella muerte era mejor que convertirse en la esclava de aquel demonio.
La última de las historias es sobre Almanzor siendo urgido por los supremos hechiceros y luego frenado por estos mismos, pues no quieren que se enfrente a
un peligroso demonio que se ha apoderado del cuerpo de un buen rey, que se ve obligado a destuirlo todo por voluntad del demonio que ocupa su cuerpo. Los hechiceros no quieren que vaya Almanzor pues corre el peligro de no volver a la vida merced al poder del demonio, a lo que él replica que no le importa, que le urge morir. Así que llega al lugar, mata al demonio y muere él y cuando se marcha del lugar llegan los hechiceros y matan del todo al demonio, que no estaba muerto (y no, no andaba de parranda), sino que esperaba el momento de ocupar otro cuerpo. Almanzor monta en cólera pues tenía la esperanza de no revivir, de nuevo, pero los hechiceros le dicen que él hará lo que se le ha encomendado para hacer.
Y nada más, esas todas las historias de Almanzor, dibujadas a tinta de una forma buena, que no extraordinaria y ya. Son historias cortitas, de unas quince páginas.
La cuestión no es extraordinaria, pero recuerde usted que está formando parte de una revista que se dedicaba a maquilar historias cortas.
En fin, que si lo puede conseguir, léalo, que se va a tardar muy poco.
Recuerde, EL CONOCIMIENTO ES PODER.
Poco se puede decir de esto, pues al parecer es una historia que no concluye, pues al menos yo no he logrado encontrar más historias de Almanzor por ningún lado. Con que, al parecer, estas cuatro son las únicas existentes.
En corto, Almanzor está, en un inicio, con dos voluptuosas mujeres, cuando los tres grandes hechiceros irrumpen en el lugar y lo condenan a morir mil veces antes de lograr ser de nuevo un hechicero supremo.
La primera muerte y la primera de las historias, es sobre un verdugo que se ve
en la triste necesidad de matar a su hermano, un patán que ha violado a una muchacha del pueblo, con lo que Almanzor se echa la culpa y él muere, mientras que el verdugo se ve libre de matar a su hermano, quien, al verse libre, se emborracha y va a ver el lugar en donde el desdichado fue colgado. Al no encontrar el cuerpo se extraña, mientras muere a manos de Almanzor que ya ha resucitado y que hace justicia, ya que efectivamente, el hermano del verdugo había sido el culpable.
En la siguiente historia Almanzor hace justicia al matar a un abusador, que resulta ser el hijo del terrateniente del lugar, que lo apresa y lo tortura hasta la muerte, quien después muere.
La tercera historia cuenta la historia de una hermosa virgen que va a
convertirse en la esclava de un presunto demonio. Lo primero es, como no, hacer que la virgen lo deje de ser, con que él se encarga de tan ardua tarea. Ella se enamora de él, pero el demonio se bate con él a duelo y mueren los dos, así que la muchacha se quita la vida, ya que no puede estar con el amor de su vida.
Él revive, claro está y se marcha del lugar, y la madre de la virgen termina agradecida, pues aquella muerte era mejor que convertirse en la esclava de aquel demonio.
La última de las historias es sobre Almanzor siendo urgido por los supremos hechiceros y luego frenado por estos mismos, pues no quieren que se enfrente a
un peligroso demonio que se ha apoderado del cuerpo de un buen rey, que se ve obligado a destuirlo todo por voluntad del demonio que ocupa su cuerpo. Los hechiceros no quieren que vaya Almanzor pues corre el peligro de no volver a la vida merced al poder del demonio, a lo que él replica que no le importa, que le urge morir. Así que llega al lugar, mata al demonio y muere él y cuando se marcha del lugar llegan los hechiceros y matan del todo al demonio, que no estaba muerto (y no, no andaba de parranda), sino que esperaba el momento de ocupar otro cuerpo. Almanzor monta en cólera pues tenía la esperanza de no revivir, de nuevo, pero los hechiceros le dicen que él hará lo que se le ha encomendado para hacer.
Y nada más, esas todas las historias de Almanzor, dibujadas a tinta de una forma buena, que no extraordinaria y ya. Son historias cortitas, de unas quince páginas.
La cuestión no es extraordinaria, pero recuerde usted que está formando parte de una revista que se dedicaba a maquilar historias cortas.
En fin, que si lo puede conseguir, léalo, que se va a tardar muy poco.
Recuerde, EL CONOCIMIENTO ES PODER.
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