miércoles, 17 de febrero de 2016

El Número Cero - Umberto Eco



El Número Cero

Esta novela de Umberto Eco es realmente corta, tanto que no llega a las doscientas páginas. Casi que podríamos decir que es un cuento muy muy largo. Con una historia lineal y sin mayores pretensiones.
Todo comienza cuando Colonna, un escritor mediocre que prácticamente trabaja al mejor postor, es contratado por Simei, el jefe de redacción, para que trabaje en un periódico (Domani) que todavía no está en producción y del que, antes del número de lanzamiento al público, se lanzarán algunos números de prueba para que el propietario (alguien de apellido Vimercate) los lea y apruebe o decida mejor no sacar el periódico. Así pues, todos los contratados para ese momento, estarán trabajando en el Número cero (o números cero, porque pretenden sacar uno por mes) del periódico y de ahí el nombre de la novela.
Los personajes son de todos los tipos: Lucidi: alguien que tiene conectes en las altas esferas y de quien todos sospechan que es un espía. Maia: una chica inteligente, con cierto tipo de "autismo" como lo descubre Colonna, pero con intenciones de convertirse en una reportera de verdad. Bragadoccio: un patán, machista que gusta de burlarse de Maia. Simei: el editor en jefe. Colonna: El editor y mano derecha de Simei.
Colonna entra a trabajar para Domani como mano derecha del jefe (Simei), pero que además tiene una encomienda oculta: Compilar datos y crear una historia para Simei, en caso de que el periódico fracase. De esa forma, Simei firmará el libro escrito por Colonna, a quien le pagará cierta cantidad por su trabajo y por su silencio y todos contentos.
Con el paso de los días, los personajes van conociéndose e interactuando, pero lo interesante de todo esto, es más la forma en la que la dinámica de la creación de noticias se va dando. Prácticamente Eco nos da a conocer la forma en la que los periódicos (¿algunos?) funcionan. Sus agendas, sus temas prohibidos, sus dosieres, sus formas de sugerir e influir en la opinión de las personas, las miserias de la comunicación, pues.
Colonna, un cincuentón, comienza a tener una relación con Maia, a quien poco a poco comienza a querer de verdad, lo que comienza a representar un problema de moralidad, pues sabe que aquello podría resultar una pantalla para que tanto Simei (sobre todo) como él se enriquezcan.
Bragadoccio, con todo y lo patán y machista, es un buen investigador y comienza a contarle a Colonna una historia en la que está trabajando, que involucra al Duche (Benito Mussolini) y presunta NO muerte, así como a los países en los que el "stay behind" estaba y está (el libro se ubica en 1992) presente.
Durante este período, se comienzan a develar los secretos del periódico, en cuanto a las agendas, que no podían molestar a las amistades del comendatore (Vimercate, propietario de Domani), a los dosieres, noticias recicladas que podían sacarse de cuando en cuando para levantar las sospechas del público o simplemente para cuando no hubiese noticias realmente interesantes, el lenguaje escandaloso y alarmante con que las noticias deben ser escritas para mantener el interés del público y un largo etcétera.
Esto es, al final, la forma en que el maestro Eco ha encontrado para darnos este manual de "comportamiento" de un periódico.
En fin, en un momento, Bragadoccio, aparentemente, va demasiado profundo en sus investigaciones y amanece muerto, lo que hace que Simei se replantee la cuestión y decida cerrar, con el consentimiento deVimercate , el periódico, incluso, olvidando la cuestión del libro, por el mero temor de terminar como Bragadoccio. Sin embargo, Colonna también conocía la historia de Bragadoccio y decide huir, pero no sin Maia, quien además está en toda la disposición de ir con él. Así que se refugian en una casa del lago de Maia, pero Colonna cae en un estado paranoico que le impide salir de aquel lugar y es donde Maia se da a la tarea de rescatarlo de sus propias profundidades. Sin embargo, una noche ven un documental en que se habla del mismo tema que estaba por tocar Bragadoccio y se dan cuenta de que el peligro no existe más. Maia le propone entonces ir a otro país, y es cuando Colonna le suelta esta preciosidad:

"...corrupción autorizada, el mafioso oficialmente en el Parlamento, el defraudador fiscal al gobierno, y en cárcel solo los ladrones de pollos albaneses. Las personas decentes seguirán votando a los truhanes porque no darán crédito a la BBC, o no verán programas como los de esta noche, porque estarán enganchados a la telebasura..."

Así pues, termina la novela con un Colonna más maduro, menos mediocre y mucho más valiente. Al final, amén del aprendizaje que implica la lectura del libro, asistimos al momento en que Colonna, a sus cincuenta (y tantos, tal vez), se convierte en una persona distinta, merced del amor y cuidados de Maia, lo que se me antoja tierno, dentro de toda la sarta de crueles confesiones que implica todo el libro.
La novela se lee en cuestión de horas y es entretenida, aunque lineal. Anímese y léala, no se va a decepcionar… tal vez un poco, pero no por la prosa de Eco sino por la confírmación de algo que todos hemos sabido desde siempre.
LEA, RECUERDE QUE EL CONOCIMIENTO ES PODER.

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