Cuarto libro de las Crónicas Vampíricas de la autora Anne Rice (de un
total de 10, al menos de la colección original), este es probablemente
el libro que tiene menos acción (de los tres anteriores). Es necesario
aclarar que eso no implica que sea aburrido o, mucho menos, un mal libro
o una mala historia. La riqueza narrativa de Anne Rice es siempre
bienvenida, llena de exquisiteces y detalles que hacen que cada página
sea un mundo en sí mismo.
En fin, vamos a lo nuestro.
Lestat, el vampiro favorito de Rice, una vez más, se enfrenta a peligros
que él mismo ha buscado. Hay que decir, que una de las grandes
fortalezas de Anne es precisamente la constancia de carácter de sus
personajes, quienes logran mantener su propia congruencia a lo largo de
sus historias.
En esta ocasión, Lestat conoce a Raglan James, un personaje que, en el
momento de presentarse a Lestat, lo hace como un joven de 26 años,
extremadamente atractivo. Aquello es algo extremadamente bien pensado
por parte de James, quien le ofrece a Lestat la posibilidad de cambiar
de cuerpos. Esto, si es que se han leído las historias anteriores,
resulta una tentación imposible de resistir para el vampiro francés, que
ha soñado con recuperar su humanidad, practicamente desde el momento en
que la perdió, gracias a que uno de los ancianos (Magnus) lo convierte
en el vampiro que es.
Tanto Louis (su amigo, quien en teoría escribe Entrevista con el
vampiro), como David Talbot, un amigo mortal, perteneciente a la
Talamasca (una organización de estudios paranormales de origen
británico); le advierten de los problemas y peligros en los que se puede
meter, en caso de que acepte la propuesta de James, quien, hay que
decirlo, le es sincero desde un inicio y le dice que es un estafador y
un ladrón, pero que además, tiene la facultad de meterse (robar) en
otros cuerpos, conservando la esencia de su alma y de su mente.
Humano, de nuevo, es lo que Lestat piensa y con todo y las protestas y las advertencias de sus amigos, decide probar.
Como es de esperarse, la cuestión se lleva a cabo, pero no es algo que
termine disfrutando, pues el cuerpo humanos, debido al frío, se enferma y
va a dar a un hospital, en donde conoce a Gretchen, una misionera que
termina por cuidarlo, llevarlo a su casa y con quien también, termina
teniendo una buena sesión de sexo. Sin embargo, Gretchen, que
practicamente quería probar la cuestión sexual y decide hacerlo con
Lestar, está decidida a continuar con su misión de ayudar a los demás y
se marcha a las selvas de Venezuela.
Con todo, la transacción, que en teoría iba a ser de un par de días, no
se lleva a cabo en su segunda fase, es decir, cuando Raglan James iba a
devolverle el cuerpo vampírico a Lestat. Viéndose engañado, acude
primero a Louis, a quien le ruega que le otorgue el don oscuro, es decir
que lo convierta en vampiro, aún en el cuerpo humano que lleva, para
luego emprender la cacería de James. Louis se niega, así que acude a
David Talbot, quien sí se ofrece a ayudarle y con quien emprender la
búsqueda del ladrón de cuerpos.
Luego de una labor de deducción/investigación, se dan cuenta de que
James va en un crucero (El Queen Elizabeth II) y que es ahí en donde se
refugia. Van en su búsqueda, no sin atravesar por un par de aventuras.
Lo encuentran, Lestat logra desalojar a James de su cuerpo vampírico y
sale huyendo, pues la salida del sol se acerca.
Al despertar de su sueño diurno, recorre el barco buscando a James o a
David, pero no encuentra a ninguno de los dos, por lo que se baja del
barco y, primero, va a Venezuela a buscar a Gretchen y cumplir la
promesa de mostrarle que todo lo que le había contado como mortal, de su
cuerpo vampírico, era cierto. La cuestión sale muy mal y Lestat debe
retirarse ante la mirada aterrada y repulsiva de Gretchen, quien
practicamente pierde la cabeza por un momento.
Luego, decide acudir con David, quien se ha puesto en contacto con él y
le pide que se reunan en Estados Unidos. Acude al encuentro de David,
quien finalmente le pide que le otorgue el don oscuro. Lestat,
finalmente y feliz de complacerlo, comienza a beber de la sangre, pero
se da cuenta de que en realidad, en el cuerpo de David, se encuentra
Raglan James, así que le da un golpe que lo deja al borde de la muerte.
Dándose cuenta de que ha dejado el cuerpo de su amigo muy maltrecho,
sale a la calle e intenta llamar a la Talamasca para que lo lleven a un
hospital, cuando se le aparece el joven que había sido él algunos días
atrás. Como es de suponerse, aquel cuerpo joven está ahora ocupado por
David, quien logró hacerse de él luego de alguna escaramuza con James en
el momento de recuperar el cuerpo de Lestat.
Sabedores de que el cuerpo original de David no volverá a la vida,
Lestat se lamenta de haber perdido a su amigo, pues considera que todo
aquello ha ocurrido por su culpa en primer lugar. Sin embargo, David le
hace ver que, como sea, vuelve a tener la oportunidad de ser joven, cosa
que termina por dolerle aún más a Lestat.
El último capítulo del libro, es en donde, finalmente, Lestat da
muestras de no haber dejado de ser quien era, pues vuelve por David,
esta vez para darle el don oscuro, aún en contra de la voluntad del
mismo David. Incluso, le dice que la culpa es de él (de David) por haber
confiado en un diablo como él. Como sea, finalmente, una vez que David
es vampiro y lo abandona en un arranque de resentimiento, se vuelven a
encontrar, para comenzar a recorrer el mundo como un trío (Louis
incluído) una vez más.
Tal y como dije al principio, el libro se pone emocionante practicamente
al final, pero es delicioso en su totalidad. Así pues, léalo que es muy
bueno y recuerde EL CONOCIMIENTO ES PODER.
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