miércoles, 6 de enero de 2016
Al tercer día - Enric Rebollo
Debo hacer una confesión que me resulta un tanto incómoda. Este comenzó por parecerme una burla de cómic y terminó haciéndome decir "Ah carajo, cómo estaba de equivocado"
Este es un cómic de humor negro, de aquellos que puede resultar chocante para el que no vaya preparado. Conversaciones subidas de tono, incesto (por necesidad, hay que decirlo), sangre y tripas (vamos que siendo un cómic de zombies no se puede esperar menos, eso sí), niños comidos (de nuevo, siendo de zombies, tampoco se puede esperar otra cosa), etcétera, son la receta para hacer de este un cómic que puede resultar, o bien una maravilla, o bien una bazofia, que de repente es un tanto difícil quedarse en el medio.
Pero entremos en materia:
Él cómic inicia con un abuelito leyéndole a su nieto la historia del Salvador, Jesús, que logro salvar a toda la raza humana con su valentía y su sacrificio. Esto no es más que la excusa inicial, para contar la historia de el dueño de una juguetería, Jesús, que un buen día, de paseo con la familia, una bastante disfuncional, hay que agregar, se da cuenta de que muchos por el camino están siendo infectados y se están convirtiendo en zombies. Deja a su familia en el auto y sale corriendo, dándose cuenta de que la humanidad comienza a ser convertida en una especie nueva: la de los muertos vivientes.
Con el pasodel tiempo se va dando cuenta de que toda la ciudad (Barcelona, para mayores señas), está infectada totalmente. Sabiéndose el único ser humano no infectado, se propone la difícil tarea de acabar con todos los zombies, aún a costa de su propia vida. Se crea sus primeras armas con juguetes de su propio lugar, pero luego encuentra un cargamento de armas destsinadas al ejército que nunca fueron entregadas por el correo, siendo que siempre hubo retrasos en dicha oficina gubernamental (cualquier parecido, es mera coincidencia, claro está) y mientras hace su inventario, se da cuenta de que su hija está viva… o casi. Ella ha sido mordida, pero se mantiene como medio humana gracias a una droga.
Así las cosas, deciden que lo mejor es, con la humanidad de Jesús y la media humanidad de su hija, deben repoblar la tierra de seres humanos, o al menos, medio humanos y deciden que, obvio, tienen que coger, follar, singar… o como quiera que lo diga usted en su tierra de una forma poco elegante :)
Se van a un hotel y montan su fiestecita, de donde nacen niños medio humanos, medio zombies que son concebidos y paridos en un espacio de 3 meses.
Los nuevos padre/abuelo e hija/madre se van al campo en donde Jesús decide que es momento de acabar con todos los muertos vivientes y deja a su hija/esposa en una casa de campo, a salvo, mientras va a hacer su matanza… o como quiera que se le llame al acto de matar algo que no está vivo.
Una vez finalizada su proesa, decide regresar y continuar con su tarea de repoblar la humanidad. El tiempo pasa y en su cumpleaños 60, se da cuenta de que su tarea no ha sido más que una falacia, pues todos están más muertos que vivos. Derrotado, se pega un tiro, pero deja una enorme prole, que a base de la droga, logra mantenerse con su humanidad medianamente intacta y que, con el paso del tiempo, se convierten en casi completamente humanos de nuevo, y es en donde, de nuevo, el cuento termina en donde comienza, con el abuelo diciéndole al nieto que su existencia casi humana, se la deben a su salvador Jesús y que algún día, todos serán humanos de nuevo…
Y eso. Ahí está. Eso es todo.
El tema es sencillo, recto, casi plano, pero lo que convierte a esta historia en algo bueno, es precisamente el humor negro en la que está envuelta. Con un dibujo lleno de trazos libres y colores suaves, Rebollo logra darle vida a una historia que trata de muerte.
Léala, puede llevarse una agradable sorpresa, como lo hice yo, además, recuerde EL CONOCIMIENTO ES PODER!
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