sábado, 3 de agosto de 2013

Vergüenza - Salman Rushdie



Rushdie viene a ser, por hacer una muy mala comparación, el García Márquez de Europa, que escribe sobre el medio oriente.

Una mezcla malsana, no porque los libros sean malos (tampoco son los más maravillosos, pero están muy bien contados), sino porque las historias que cuenta son, mayormente, malsanas. Este, VERGÜENZA, no es la excepción. Y es un libro precisamente de ESO, es decir, Vergüenza, vergüenza que se enquista en los personajes, pero que no se queda ahí, sino que se expande, evoluciona, se convierte en una vergüenza social y luego en una vergüenza nacional... y tal vez en una vergüenza continental, que se expresa en tremendos estertores político-militares.

Pero comencemos: Omar Khayyam Shaquile, es un hijo extraño, no por obeso, no porque sabe hipnotizar, no porque vive en una casa cerrada al mundo y, su mundo, no es más que esa casa,... sino porque tiene 3 madres. Estas madres son madres las tres, no porque fuesen fecundadas y cada una pariese un tercio del muchacho, sino porque una de ellas, jamás se sabe cuál, queda encinta después de la única fiesta realizada en la casa, y luego las tres parecen estar embarazadas, por simple solidaridad... no, me corrijo, para evitar que una sola de ellas sufriese la vergüenza de la "mancillación".

Omar crece en un ambiente totalmente cerrado y la pubertad no hace más que acrecentar su deseo de libertad, misma que termina ganando junto a un gran consejo "nunca permitas que algo o alguien te avergüence"

Esto se convierte en la antítesis del país en el que se encuentra y del país al que él va después y es por ello que la vida de Omar define, directa o colateralmente, la forma en que el mundo a su alrededor se avergüenza de la existencia.

La familia Harappa y la familia Ryder son las dos protagonistas (junto con Omar) de una historia de problemas políticos-militares, en los que Iskander Harappa, despunta como presidente y enorme muestra de lo que un poder que abusa significa, para luego, morir bajo el régimen militar de Raza Hyder, quien se convierte en dictador y muestra del poder que abusa, pero que mantiene al pueblo adormecido con la excusa de respetar "el libro sagrado" y sus preceptos.

La hija idiota de los Ryder (lo pongo tal como lo narra el libro) Sufiya Zinobia, tiene también un papel importante, pues se convierte en ese espíritu salvaje que no puede someterse a la simple vergüenza que las familias susodichas sienten, pero sobre todo la vergüenza que estas familias producen.

Una historia que no puede dejar de leerse sin hacer ciertos parangones con la historia latinoamericana, y, claro está, específicamente salvadoreña, no quiero entrar en mayores detalles, pues el realismo mágico del que hace gala Rushdie, también hace remembranza del utilizado por García Márquez y por ello no deja de darme un tanto de "muina" decir que es un libro excepcional, aunque claro, podría decirse esto si se lee con "ojos ciegos"

¿Es un mal libro?, no, ni lejos, como ya dije, es una historia muy bien contada, de una manera casi personal; ¿vale la pena leerlo?, sin duda, mucho más que cualquier libro, uno por uno o en conjunto, de Paulo Cohelo; ¿puede resultar aleccionante?, pues sí, aunque, como ya dije, no espere al mejor libro de la existencia humana.

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