miércoles, 1 de agosto de 2012

El salvadoreño es el más vivo, desgraciadamente

La señora que va detrás mío en la fila para abordar del microbús comienza a quejarse de que las personas que vienen detrás no están haciendo la fila y que eso es una falta de educación. Yo la miro sonrío y le digo que tiene razón, que parece que la gente ya no piensa más que en ella misma y que la educación se ha perdido por completo.

El microbús decide llegar, luego de tenernos en espera por casi quince minutos, llega hecho un bólido y de la misma manera, empieza a enfilar hacia el lugar en que todos estamos haciendo cola.

En esos momentos, la señora de detrás mío se sale de la fila y, al igual que una enorme mayoría, se va a intentar subir antes de los de la cola, me sonríe con un dejo de vergüenza, o de burla, no podría asegurar que fue realmente y me dice "es que si no, uno queda de tonto"

Sigo haciendo la fila, veo que la señora, efectivamente entra antes al microbús y me río, no de ella, sino de la forma en la que todos, todos y cada uno de nosotros estamos contribuyendo a que todo, política, social, cultural y económicamente hablando, se vaya al carajo, porque para nosotros, lo que cuenta es ser el más vivo.

No hay comentarios: