Son las 7:32, ella está sentada frente a la computadora, refunfuñando por la incapacidad de la persona que no supo digitar lo que ella estaba haciendo.
- Me permite un momentito - dice ella - ya voy a terminar
Muchos de nosotros tenemos cara de, mucho más que no querer, no poder esperar "un momentito", pero... esperamos.
- ¿Por qué viene? - me dice después de un "ratito" de media hora
- Tengo mucha fiebre, y la verdad no estoy seguro de la razón.
Ella me mira con ojos inquisitivos, queriendo encontrar una verdad oculta. "Decime la verdad, venís porque no tenés ganas de ir a trabajar"
Por fin me da una papelito que dice que podría estar enfermo.
- Alguien que vaya a pasar consulta que no le haya tomado la temperatura - dice un joven por ahí.
Yo me acerco lentamente, pues la fiebre me hace un poco más lento de lo normal. El joven me ve con cara de impaciencia y yo me siento con ganas de decirle algo... pero no se me ocurre nada.
Después de un poco más de un minuto el joven toma el termómetro de debajo de mi axila y lo tira en un recipiente sin mirarlo. En el papelito que dice que puedo estar enfermo anota 37.2.
- Yo me siento con temperatura - le digo yo.
- Todo el mundo caballero - me dice él con sarcasmo
Paso finalmente con la doctora y ella me pregunta qué me pasa. Le cuento mi desventura y ella anota un número en una enorme página.
- Pase a emergencia - me dice - ya lo van a llamar.
Ando sobre mis pasos una vez más y me siento en unas bancas, esperando que mi nombre sea mencionado pronto.
Después de otros 20 minutos me mencionan y paso con el doctor, que me dice que necesita hacerme unos exámenes para estar seguro de lo que tengo. Me deja cien mil quinientos exámenes, que entrego con paciencia.
- Váyase para emergencias - me dice la del laboratorio - ahí lo van a llamar.
Me muevo, de nuevo, hacia emergencias, para esperar ser llamado, lo cual ocurre exactamente dos horas y media después de haber entregado los exámenes en el laboratorio y treinta minutos después de que el doctor dejase de platicar y contarle chistes a una de las enfermeras que, eso sí, es de muy buen ver.
Sin embargo, cuando estoy a punto de pasar me detiene y me dice, "mire, el siguiente médico lo va a atender, yo ya me voy a almorzar"
Así pues, espero por veinte minutos más a que el siguiente médico llegue. Efectivamente llega (menos mal) y me invita a pasar.
Un médico muy bueno, un tanto conversador que me dice que no es tan grave, que me va a dar medicinas para... algo y que 2 días de reposo me calmarán.
La llegada a la farmacia,... ¡ay la llegada a la farmacia! con miles de personas esperando desde hace... dos años a que su medicina sea despachada.
Entrego mi receta y me dice la señorita que recibe las medicinas, como advirtiéndome del mal que me espera: "los de las 10:30 estamos despachando" En ese momento el reloj marcaba las 11:34.
Finalmente, mi nombre resuena en los altavoces colocados en el techo y me dispongo a recibir mi medicina.
Abandono el lugar con la certeza de haber visitado al dinosaurio más obsoleto de un sistema que cada vez deja más que desear.
Instituto Salvadoreño del Seguro Social: un lugar en el que la palabra PACIENTE, adquiere un significado más allá de lo evidente.
Saludos a todos
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13 comentarios:
Querido Alberto:
Espero por lo menos que las medicinas hayan hecho el efecto requerido.
Un viejo como yo tal vez pudiera decirte, en mis tiempos no había Seguro Social, ahora por lo menos hay... Pero no, no te voy a decir eso. Es que acabo de ver un video que cuenta la situación estupenda en que está el país luego de 20 años de libertad y de progreso.
Es que ese descalabro no es una casualidad, luego te van a contar que si se privatiza entonces... bueno, lo de siempre, será igual, pero más caro.
@Carlos Ábrego: "...luego te van a contar que si se privatiza entonces..."
Exacto!!
Es a lo que los mexicanos le llaman quere dar "atole con el dedo".
Una desgracia.
En cuanto a los medicamentos, espero que terminen dando el resultado necesario.
Gracias por comentar y un saludo
Espero que esté mejor señor.
Y es una pena el imperativo de ir al S.S que no es Su santidad ni un grupo de exterminio de Hitler. Saludos.
Por fortuna nunca he ido al ISSS a pasar consulta, y no es que no me enferme, pero siento que al ir saldré más enfermo y encachimbado.
Por desgracia si he ido al ISSS a acompañar amig@s y he visto su suplicio.
La única vez que tuve una emergencia real tuve que ir al hospital, pase enfrente del ISSS, dudé, lo pensé mejor y me dirigí a un hospital nacional a solo 1 kilometro adelante. Me atendieron bien, me dieron 19 puntos de sutura, una inyección para el tétano y una palmadita (no habían paletitas de dulce)
En el ISSS capaz no me atienden por no llevar mi certificado y tarjeta (he visto casos)
Lo raro es que el Ing. Pinto (ex-director) quizo modernizarlo y hacerlo eficiente.. resultado.. Tony Saca lo amenazó y exigió su renuncia. (^_^)
@Raúl: Estoy mucho mejor, gracias. Esa palabra: suplicio, realmente toma sus connotaciones en ese lugar.
@Minino: Pues yo también preferiría cualquier otro lugar, pero resulta que en los trabajos te exigen una incapacidad del Seguro, así que... ni modo.
"Lo raro es que el Ing. Pinto (ex-director) quizo modernizarlo y hacerlo eficiente.. resultado.. Tony Saca lo amenazó y exigió su renuncia."
Moraleja... increíble que sigamos votando por personas de ese tipo. No te parece?
Saludos y gracias por comentar
Maestro es un placer leerle y saludarlo...
mis disculpas por ausentarme de sy blogs y hasta del mio por las ocupaciones....
No lo dude que estamos en comuncacion espero que nos reunamos pronto.
Saludos.
@Litzardo Rivas: Me parece maestro.
Espero la reunión.
Saludos
jaja que buen comentario el del ISSS, ahí hasta la gripe tiene potencial de enfermedad terminal, buen relato!!
@Alex: "...hasta la gripe tiene potencial de enfermedad terminal"
Cita citable, definitivamente.
Bienvenido y gracias por comentar
y eso que no le toca en los hospitales nacionales, donde una recua de engabachados juega a aprender medicina.
:S
que siga mejor.
vale de salud.
@Chichimeca: Eso me tocó cuando me dio varicela, cada 5 minutos llegaban los benditos doctores y preguntaban, qué tiene?
Me sentía como en el zoológico: "No alimente a Alberto"
Gracias por los deseos y por el comentario.
Saludos
si es ke en este país vale veinte enfermarse :S
@princesita soñadora: y el problema es que si te morís, igual tu pobre familia empeña hasta los calzones para pagar el entierro.
Saludos niña, que bueno verte por estos lugares
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