Asquerosamente Ridículo

La inflación, desde el año 2006 a la fecha, se ha duplicado, de un 6% a un 12%, se pronostica una hambruna en Centro América, el ISSS está falto de más de 100 medicamentos, las gasolineras están llorando la amarga competencia desleal de Alba Petréleos... en dos palabras ESTAMOS JODIDOS.

Sin embargo, la portada de El Diario de Hoy dice "Ultrajan la Bandera".

El miércoles pasado, por una de esas casualidades me encontraba yo por las cercacnías del redondel Masferrer. La algarabía y el alboroto (¿que no son sinónimos?) se escuchaba desde lejos, gracias a los aparatazos de sonido que estaban puestos en el lugar, tal vez 30 ó 40 personas (no más, no me vengan con pajas) estaban en el lugar junto al señor Norman Quijano (que por cierto andaba en un carrazo y no en su "byka"). Es de hacer notar, con bombo y platillo, que habían unas cachiporristas en el lugar que "Válgame el Señor", pero por lo demás él estaba ahí levantando las manos de otros tantos personajes que le hacían el lado y lo alababan y le decían "Norman tú eres el macho que bajó de las alturas para hacernos sentir patriotas" (nótese por favor que el comentario es por demás de un tono deliciosamente machista) y él, claro creyendo que sabe de dónde son los cantantes, blandía su discurso de "Yo si no veo la bandera no recuerdo mi nacionalidad".

Muchos de nosotros no pasamos todos los días por esa zona, ya sea porque no tenemos tiempo (siendo que el trabajo u otras responsabilidades no se llevan bien con los paseos a la zona "más exclusiva de El Salvador" (o al menos así dice el anuncio de The Best Club Bar, que el día de hoy busca ayudantes de bartender delgadas y de buen ver), o porque simple y sencillamente no tenemos ni madre que ir a hacer a un lugar en donde no se puede costear nada (al menos para los bolsillos más "sensibles"). Ergo, no podremos ver nuestra bandera ondeando con gallardía en aquella zona.

Por otro lado, ¿qué carajos puede importarme a mí si una bandera está ahí o no?, ¿dejo de ser salvadoreño porque la bandera no está ahí?, ¿alivia el problema de la falta de empleo, de la falta de dinero, de los elevados precios del petróleo o de la comida?

Admitamos algo, el orgullo patrio (que para muchos no es más que la resignación patria" porque no nacieron en otro lado) está ahí, nacimos aquí, crecimos aquí, algunos nos hemos casado aquí (con la mejor mujer que alguien pueda desear) y hemos procreado aquí (para más detalles sobre este ciclo pueden ver Discovery Chanel o visitar la Wikipedia) y nos sentimos contentos de estar aquí, tanto como si hubiésemos nacido en cualquier otro lugar. Nos tocó este país y nos gusta (o nos resignamos, como algunos opinan) porque no se puede ir a otro lado, o porque no nos imaginamos en otro lado y una bandera ondeante en un lugar por el que no transito, no hará que me sienta más o menos salvadoreño de lo que soy.

Señores, por favor, dejen de hacer el ridículo, concéntrense en ver cómo carajos nos sacan del hoyo en el que llevamos metidos tanto tiempo y déjense discursos hipócritas (sinónimo de políticos, creo yo) que no llevan a nada.

Solamente