14 CAPÍTULO XIV
Comenzaron a avanzar con infinita precaución y recelo. Intentando
distinguir en aquella oscuridad carente de energía eléctrica en la
mayoría de aquellas calles en las que el alumbrado público había sido o
bien destruido o bien, simplemente inhabilitado.
Las lámparas bioluminiscentes que portaban los oficiales no era suficiente para una superficie oscura tan grande. Estaban diseñadas para lugares en los que la electricidad y el alumbrado de las calles era siempre un hecho, un axioma, algo que nadie hubiese pensado jamás en no tener. Isaac, que avanzaba decidido pero igualmente con temor, estaba plenamente seguro de que el "presentimiento" de Shapper era una realidad, aunque no alcanzaba a comprender del todo el por qué sabía, con certeza que era cierto. No veía nada, no escuchaba nada, pero sabía que estaban ahí.
Las lámparas bioluminiscentes que portaban los oficiales no era suficiente para una superficie oscura tan grande. Estaban diseñadas para lugares en los que la electricidad y el alumbrado de las calles era siempre un hecho, un axioma, algo que nadie hubiese pensado jamás en no tener. Isaac, que avanzaba decidido pero igualmente con temor, estaba plenamente seguro de que el "presentimiento" de Shapper era una realidad, aunque no alcanzaba a comprender del todo el por qué sabía, con certeza que era cierto. No veía nada, no escuchaba nada, pero sabía que estaban ahí.
- ¡AHÍ, QUÉ ES ESO! - El grito de uno de los oficiales que los acompañaba sacó a Isaac de sus cavilaciones y asustó a todos los demás.
- Cálmese Tomris - le dijo secamente Shapper, quien parecía calmado pero mantenía la vista clavada en lo que tenían enfrente.
- ¿Usted sabe lo que son? - preguntó Isaac a Shapper.
- Que más quisiera, caballero, pero no tengo ni la menor idea.
- Señor, ¿cree que nos ataquen? - preguntó uno de los oficiales, con toda seguridad buscando algo a lo que asirse, más que para constatar algo que ninguno de ellos sabía.
- Digamos que si quisieran atacarnos, es muy probable que ya lo hubieran hecho - dijo Shapper, con un deje de duda.
- Algo es seguro - le dijo Isaac - nos han estado vigilando desde que pusimos un pie en el suelo. Sin embargo también hay algo seguro, no pueden ir mucho más alto en el aire de lo que ya se encuentran.
- ¿Cómo lo sabe? - Preguntó Shapper.
- Porque de ser así, estaríamos invandidos de estos seres del lado norte, ¿no le parece?
- Puede ser, pero eso, en estos momentos, no me da ninguna tranquilidad. Avancemos - le dijo por fin al resto.
- ¿Y ahora qué hacemos? - preguntó uno de los oficiales.
- Quedarnos quietos, Tomris, a no ser que quiera usted ver lo que sucede si no se hace lo que ellos dicen.
- Bien - dijo Isaac - no podemos movernos más. Acepto su lógica, no hay que arriesgarse en vano, pero hay demasiado que necesita respuestas.
- De acuerdo, caballero - dijo Shapper con una sonrisa - pregúntele a ellos, a lo mejor le responden.
- Sabe que, de hecho, ya lo había pensado - y diciendo esto, Isaac comenzó a caminar hacia el que tenía la mano en alto.
- ¡¿PER QUÉ DEMONIOS ESTÁ HACIENDO?! - gritó Tomris, el oficial más atemorizado de todos.
- Cállese Tomris - dijo Shapper con calma, con lo que Tomris, sin más, se calló.
- Hola - dijo Isaac con tranquilidad - No voy a ir más allá, tal y como me lo han pedido. Pero me gustaría hacer algunas preguntas, con la esperanza de que puedan ustedes darme las respuestas.
- Solo son dos preguntas - continuó Isaac - la primera es, ¿saben ustedes en dónde está un joven que responde al nombre de Iandro? y la segunda, si es que ustedes lo saben, es ¿qué son ustedes?
- Déjelo, caballero, estos no saben hablar.
- No, para el que no los entiende - dijo una voz de detrás de los seres voladores - y siendo que ustedes no los entienden, déjenme responderle a sus preguntas, señor Isaac: Iandro está aquí - y diciendo esto, Iandro salió de detrás de los seres, todavía con las vendas cubriendo sus heridas - y la respuesta a sus segunda pregunta es un tanto más complicada de entender. Usted preguntó qué eran y la única respuesta plausible es una: ellos son su evolución.
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