miércoles, 24 de febrero de 2016

El océano al final del camino - Neil Gaiman



El adulto (en toda la novela no se especifica su nombre) regresa a su pueblo natal por funerales. Pero antes de llegar a la casa de su hermana, decide pasar por el lugar a donde anteriormente se encontraba la casa en donde sus padres habían vivido.
Sin embargo, estando en el lugar, decide seguir el camino, hasta una destartalada granja, la granja de las Hempstock y pasar a darse una vuelta. Al entrar, se encuentra con una anciana que le da la bienvenida. Al principio, él no alcanza a reconocerla del todo, pero luego se da cuenta de la familiaridad de aquella cara y le dice "usteed me dio leche", a lo que reflexiona y le dice, "aunque debe haber sido su madre" Sin embargo, recuerda algo más y le pide permiso para ir al estanque del fondo, a lo que la anciana accede.
Cuando el adulto se sienta, todo parece volver, de improviso, como una oleada y es cuando se da cuenta que, sin haberlo recordado hasta ese momento, todo lo que él conocía, todo lo que nosotros conocemos, bien pudo haber desaparecido.
El adulto, ahora es de nuevo un niño y va recordando cómo las cosas comenzaron cuando un minero decidió suicidarse en el automóvil de su padre. A partir de ese momento, la vida del niño cambiaría de forma drástica. Aquella muerte parece que le da la excusa a una "pulga" para salir de los confines de la granja Hempstock y comenzar a seguir su naturaleza. Así que Lettie Hempstock, la niña de la granja, contando con once años, decide que será ella quien se deshaga de aquella "pulga", accediendo a llevarse al niño a su granja para hacerlo, advirtiéndole que no se suelte de su mano.
Cuando llegan al lugar en donde se encuentra la "pulga", el niño se da cuenta de que la dichosa "pulga" es en realidad enorme y es una especie de tela enorme, ondeando con sus jirones al viento, con algo similar a una cara en el centro. Lettie le dice que regrese al lugar de donde vino, a lo que la "pulga" le dice que no, y mientras Lettie se concentra en hacer una especie de oración en un idioma desconocido para el niño, una enorme bola de algo, se dirige a ellos y en ese momento, el niño detiene la susodicha bola con ambas manos. En ese momento él siente como algo como una espina se clava en su pie. La "pulga" retrocede y los niños regresan a la granja.
El niño, en casa, va y se duerme. Al día siguiente se da cuenta que tiene un agujerito en el pie, de donde, después de algo de lucha, logra sacar un gusano o al menos, parte de él, que termina por morir fuera de su cuerpo.
Al mismo tiempo, llega una nueva gobernanta (digamos una espcie de institutriz para los niños, el protagonista y su hermana) de nombre Ursula Monkton, quien se gana a la hermanita del niño de primas a primeras, pero de quien el niño desconfía casi por instinto. Claro está, Ursula no es otra que la pulga, quien viaja totalmente fuera de la granja a través del pie del niño. Aquella "pulga" se encarga de darle a todos lo que desean, pero al niño lo quiere encerrar, porque es quien le sirvió de puerta a este mundo. Con todo, Ursula se gana a la familia y sobre todo al padre del niño, con quien comienza a tener una aventura.
El niño logra escaparse y llega al bosque, en donde es alcanzado por Ursula, en su forma de vieja tela ruinosa, pero es rescatado por Lettie, la niña Hempstock y es llevado a la granja de regreso. Mientras idean la forma de ayudar al niño entre las tres Hempstock (Ginny, Lettie y la anciana Hempstock), el niño se comienza a dar cuenta que aquellas tres mujeres no tienen edad. La anciana estaba ahí cuando el Big Bang sucedió y seguramente estaría ahí cuando el siguiente viniera y Lettie había tenido once años por más tiempo del que pudiese contarse.
En fin, Lettie se encarga de acorralar a Ursula y de llamar a Los Pájaros del Hambre" para que se coman a la molesta pulga. Todo hubiese sido perfecto, pero resulta que algo de aquella puerta por la Ursula había cruzado se encontraba aún en el corazón del niño, y los pájaros del hambre se dedican a limpiar, por completo, las carroñas y el niño conserva aún algo de aquella carroña por la que había sido llamadas. Luego de un rápido pensamiento el niño decide que lo mejor es sacrificarse, pues los pájaros, él lo vé, son capaces de acabar incluso con constelaciones enteras.
Cuando finalmente los pájaros están por dar cuenta del niño, Lettie se interpone y lo salva, a costa de parte de su existencia. Sin embargo la anciana Hempstock interviene y los ahuyenta.
El adulto, adulto de nuevo ahora, para de recordar todo aquello y le pregunta a la anciana si es que Lettie está bien, a lo que la anciana le dice que está recuperándose.
Al ir de regreso a su casa, el adulto ya ha olvidado todo, como CADA VEZ que había llegado a la granja y solo sabe que Lettie anda de viaje en Australia.
A grandes rasgos, esto es el maravillosísimo libro de Gaiman. Si algo puedo decir con toda la felicidad que se puede sentir al recordarlo, es que con este libro, en serio, se viaja de nuevo al mundo de los temores y alegrías infantiles que tanto trabajo nos cuesta olvidar y plantearnos, en la adultez, como tonterías.
Esta es una novela corta, de un poco más de doescientas páginas y de una letra grande, pero que se disfruta página a página, sin lugar a dudas. He sonreído en cada capítulo, he recordado aquellos temores, aquellas alegrías sencillas y le he agradecido a Neil Gaiman por esta historia tan preciosa. Que si le recomiendo leerla? Já, usted qué cree? LÉALA, CRÉAME, LE URGE!! Además y como siempre, recuerde EL CONOCIMIENTO ES PODER.

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