martes, 28 de junio de 2011

Quién me ha robado el mes de abril

Mis heridas aún sangran, el viento sopla en mi cara, mientras veo por la ventana del autobús la carrera de las luces al pasar. Ella se ha quedado, lejos, mientras yo debo regresar. El sentimiento de cruel soledad me invade y pienso que la vida es un niño malcriado que juega con el amor que se le profesa.

La distancia abulta la culpabilidad de saberla lejos. La lluvia ha comenzado a caer y mi reflejo en la ventana comienza a ser difuso y mi mente, traicionera y vil, mezcla el recuerdo del maldito día que se acabó con esta canción:



Qué decir, eso pasó hace ya mucho, y qué pasó, pues que me casé con ella y no volví a sentirme traicionado por la vida.

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