miércoles, 30 de marzo de 2016

Cómics y mangas poco comunes

 
 
DRUUNA
 
Hay una delgada línea entre lo erótico y lo sexual. Druuna cruza esa línea sin pedir permiso y logra quedarse en las mentes de todos (y todas, vamos que el dibujo, en términos generales es soberbio). Eleuteri Serpieri es un artista que sabe cómo atraer las miradas hacia sus cuerpos humanos y en Druuna lo hace una y otra y otra y otra vez. Esta historia, contada en 8 tomos de unas 65 páginas cada uno, es en realidad una historia enrevesada, a ratos con tonos incomprensibles. Sin embargo, como dije, es toda una obra de arte en cada una de sus páginas.
NOTA: Esta reseña será por demás general e intentará abarcar los 8 libros de una vez, por lo que la condensación de información será máxima.
La historia va sobre una humanidad en un futuro distópico, en el que una ciudad está aislando a los humanos que están cayendo poco a poco víctimas de una enfermedad que los hace mutar y convertirse en monstruos que se entregan a sus instintos más básicos. Como sea, los humanos no infectados o levemente infectados (es decir, con la infección en estado incipiente) son dependientes de un suero que mantiene la infección a raya, por lo que la distribución de dicho suero se vuelve una razón de corruptibilidad.
Shastar, amante de Druuna, se encuentra infectado y necesita que Druuna vaya a conseguir el suero para aplacar a la bestia que comienza a despertar en él. Para conseguir el suero, Druuna debe ofrecer su cuerpo, siendo que al científico que se encarga de distribuir el suero le vuelve loco (y con toda la razón del mundo, hay que decir)
Como sea, Shastar se va degradando y termina por convertirse en un animal extraño, como todos los infectados. Sin embargo, y habiendo sido "desterrada" a la parte de la ciudad que sirve como lugar de aislamiento, Druuna, quien comienza a vagar, descubre que, al parecer, la culpa de todo la tiene un mutante que vive bajo tierra y al que encuentra y con quien conversa largo y tendido, siendo que le dice que conoce a Shastar y que él les estaba ayudando y que él, Shastar, conoce la verdad del por qué el virus existe y se extiende. Así pues, Druuna termina dándose cuenta de que no es el mutante el culpable y continúa su viaje por la tierra de aislamiento, hasta llegar al origen, una cabeza humana (Lewis), que no es más que un humano antiquísimo que fue absorbido por la computadora central en su afán por entender a los humanos, con lo que atendemos al primer escenario de todo una enorme nave espacial que es la gran ciudad, viajando por el universo sin que sus habitantes sepan que es una nave espacial.
Más adelante en el tiempo, un grupo de navegantes del espacio encuentran una vieja estructura que parece orgánica y que viaja sin rumbo. Algunos de los tripulantes bajan ala estructura y se dan cuenta de que está viva, que de hecho parece haber absorbido la esencia vital de otros habitantes de aquel lugar. El capitán parece entrar en un sueño letárgico que lo lleva a la habitación en la que Druuna se encuentra, tienen un ameno encuentro sexual y luego Druuna le explica que aquello no es real, que es el producto de la mente delirante de Lewis, que se ha enamorado de ella y que la mantiene dentro de sus sueños, parte de los que ahora, también el capitán forma parte.
Después de mucho esfuerzo, el capitán logra salir del sueño letárgico y logra rescatar a Druuna, quien está vivita y coleando y es llevada a la nave, pero el peligro se hace mayor, ya que al fusionarse con Lewis la nave a hora parece tener otro tipo de conciencia.
Aquí es en donde las cosas se tornan más confusas (si es que eso es posible), ya que hay una serie de saltos temporales en los que Druuna aparece ora en otra tierra distópica, ora en la nave hablando con Doc, quien es en realidad una representación del mismísimo Serpieri que pasa a formar parte de la historia (confuso, cierto?) Al parecer, todo aquello forma parte de la dilusoria mente de Lewis, que continúa con la idea de convertirse en un humano, pero que se da cuenta de que no puede dejar la idea de poseer a Druuna.
En este afán, la nave se estrella en un planeta en el que ya no existen humanos. Un planeta en el que las máquinas buscan recrear la vida humana, pero sin los errores inherentes a la naturaleza humana, por lo que Druuna es capturada y llevada a la presencia del científico responsable de encontrar los secretos del placer y el dolor, los cuales están unidos de forma intrínseca.
Cuando el científico es confrontado por su incapacidad de tomar decisiones, llega a convertirse en casi humano (alcanzando un 94% en la escala de humanidad, según una máquina que es capaz de leer esto) y por ello, siendo que ha sobrepasado los niveles permisibles, es destruido por la misma máquina.
Druuna, escandalizada por aquello, decide irse, no sin antes hacer la prueba en la máquina, quien da como resultado un 99% de humanidad, reconociéndola como un clon sintético de tipo humanoide. Finalmente, ella se da cuenta que, en algún momento de toda su travesía, clonaron a su ser original (o es que siempre fue un clon?) y ahora, en ese planeta que aparentemente carece de humanos, ella tendrá que comenzar la búsqueda más difícil: la de su propia humanidad.
Este es el contenido de los 8 libros que conforman esta intrincada historia.
Si bien la historia puede resultar un tanto confusa, lo cierto es que no está mal contada y va acompañada de los alucinantes dibujos de Serpieri, quien es un verdadero maestro de la anatomía humana.
Si logra hacerse de las copias físicas, cuídelas y atesórelas, que son por demás una delicia. Ahora, si no lo logra, pues le dejo por aquí un link para que pueda descargarla.

viernes, 25 de marzo de 2016

Viernes de vídeo

Un vídeo de esos hipnóticos en los que no hace falta mucho. Burbujas de jabón (o pompas de jabón) y mucho frío. Minuto y medio de puro disfrute:


Frozen soap bubbles from ZALUSKArt on Vimeo.

Sonría es viernes :)

miércoles, 23 de marzo de 2016

Hacking. Capítulo 16


16 CAPÍTULO XVI

Al escuchar lo que Iandro acababa de decir, Shapper se adelantó, furioso, sacando su arma, dispuesto a inmovilizar al muchacho atrevido que acababa de ponerse presuntuoso. Presuntuosos a él… a él que no los soportaba, a eĺ que podía cortarles las alas sin ningún problema, a él que había sido entrenado para poner a raya a cualquier presuntuoso.
  • Suficiente muchachito, esto te va a quitar los ánimos de presumir.
  • Adelante, agente - dijo Iandro con calma - le prometo que mis amigos aquí presentes no le van a hacer nada, acérquese.
Shapper estaba furioso, cosa que lo volvió irracional y descuidado, con que se acercó a Iandro, lo suficiente como para tomarlo del brazo. Momento exacto en que Iandro se acercó a su oido y le dijo algo. En ese momento, Shapper se quedó quieto, inmóvil, ausente e inexpresivo.
  • No pretendo presumir de nada, señor agente. Cuando digo que tengo el poder de controlarlos, no estoy siendo presuntuoso, estoy simplemente presentando una declaración fáctica, un axioma que no admite contradicciones, me temo. Soy un ser con un poder inigualable tanto en la zona norte como en la sur. Pero eso no significa que quiera utilizar ese poder… o que yo haya pedido ese poder. No señor agente, soy lo que soy y no puedo negarme a mí mismo.
»Así pués, señor agente, cuando digo que estos seres son su evolución, lo digo con conocimiento de causa. Lo sé porque yo les he hecho evolucionar. No se comunican como nosotros, aunque podrían, si quisieran, comunicarse con nosotros. Pero no necesitan una cavidad bucal para ello, como tampoco necesitan utilizar el suelo que pisamos o alimentarse. »Ellos - dijo Iandro, ahora dirigiéndose a todos ellos - son el resultado de este poder que tengo. Para ustedes, en este momento, son seres grotescos que carecen por completo de la estética anatómica que poseemos, pero lo cierto que es que esta estética no es más que una cuota de vanidad que ha sido transferida de generación en generación y que condiciona nuestros estándares de lo que consideramos hermoso o bello. Estos seres son simplemente mejores. Más inteligentes, más ágiles, aunque no lo parezcan a simple vista, mejores practicamente en todo sentido. »Y quien provocó su evolución, en cuestión de minutos, me temo que fui yo.
Al decir estas palabras, todos los presentes, incluyendo Isaac, dieron un paso atrás, casi sin darse cuenta. Solo Shapper permanecía en ese estado aletargado.
  • ¿Qué le has hecho al agente Shapper? - preguntó Isaac, recuperando lo mejor que pudo su tranquilidad.
  • Tranquilo, señor Isaac, está vivo, consciente y sin problemas, solo digamos que está inmovilizado, simplemente porque quería demostrarle… demostrarles a todos que lo que dije no era una burla o un acto de presunción, sino una realidad ineludible.
»Pero déjenme continuar, que necesito contarles la forma en la que me di cuenta del poder que tengo y también el tipo de ser que soy. »Cuando llegué aquí tuve un accidente que me provocó una herida. Una herida que un buen amigo que conocí aquí tuvo a bien curar y cuidar. Ese amigo, por cierto fue el primero en evolucionar. Él me lo pidió, no crean ustedes que fue un experimento cruel y desconsiderado. En fin, esta herida, junto a un objeto que este buen amigo, cuyo nombre es Leopoldo, tiene, me mostraron la realidad sobre mi existencia, la verdad sobre lo que soy, lo que me he estado negando a mí mismo durante todos estos años y que en definitiva no tenía idea que estaba ahí. »Cuando vi mis heridas, caí en la cuenta de una serie de eventos, vistos durante mi estadía en su compañía, señor Isaac. Uno de los archivos de aquellos expertos en informática, me dio la idea que necesitaba. Trabajando con base a los avances de uno de ellos, logré avanzar mucho más en una semana de lo que aquellos personajes lo había hecho en años. Sin embargo, la cuestión no era simplemente de inteligencia, sino más bien de barreras, de fronteras infranqueables para todos ustedes y es precisamente esa serie de barreras las que yo sí puedo cruzar sin ningún problema. »Pero vuelvo a sonar presuntuoso y lo cierto es que no es mi intención. Ahora bien, no tengo memoria de mi infancia, no recuerdo mi lugar de procedencia, ni memoria real de mis padres. Todo lo que cuento ha sido una elaboración detallada que he venido puliendo con el paso de los años, pero lo cierto es que no logro poner en orden los pensamientos concernientes a mi pasado. Y eso la verdad es que no lo entiendo. »Mi amigo Leopoldo, sin quererlo, me ha mostrado mi verdadera naturaleza, mi verdadera raza, por decirlo de alguna forma y es precisamente eso lo que me convierte en el candidato único para poner todo esto en orden. Hacer que el lado norte y el lado sur convivan sin ningún problema, siendo que todos son de la misma especie,… una especie totalmente distinta a la mía, por mucho que nos parezcamos.
Iandro hablaba con calma, casi con tristeza, sin darse cuenta de que uno de los agentes que acompañaba a Shapper se había acercado y llevaba en su mano el inmovilizador.
»No es fácil de entender al principio, sobre todo si tienen en cuenta que no he tenido más que algunas horas… días, digamos, para comprender todo esto, incluyendo el recuerdo que resultaba inexistente hasta hace solo unos días, borroso hasta el día de ayer y completamente claro el día de hoy, con todo y lo improbable que esto resulte. »Lo cierto es que la única explicación plausible es que este recuerdo haya sido implantado, borrado y condicionado a ciertos factores para poder salir a la luz, y dichos factores han sido precisamente los que se han puesto en práctica en estos últimos días. En fin, que soy el único…
En ese momento, vio cómo el agente saltaba hacia él blandiendo el inmovilizador. Y siendo que el evolucionado Leopoldo había sido advertido de no intervenir, se quedó quieto al ver sus movimientos. El agente blandía el inmovilizador en la mano izquierda y tomó tan por sorpresa a Iandro, que se vio obligado a caer al suelo, cubriéndose la cara.
  • HACKING - gritó Iandro y en aquel momento, todos los presentes, todos sin excepción, vieron cómo sus miembros se paralizaban y dejaban de percibir el entorno de forma normal, todo pasaba a tener contornos demasiado pronunciados, luces demasiado brillantes y parecía que estuviesen expentantes, como esperando a que algo sucediera, algo que ni ellos mismos sabían qué podría ser.
Fue entonces cuando se dieron cuenta, cuando cayeron en la cuenta de lo indefensos que estaban, de que todo su entrenamiento, su inteligencia o su poder no servían de nada ante aquel ser que con una sola palabra, una palabra que no había escuchado jamás, había podido hacerse del control absoluto de sus cuerpos y voluntades.
Aquél no era un ser normal, aquél no era un ser humano.

viernes, 18 de marzo de 2016

Viernes de vídeo

He estado esperando desde el principio de la semana para poder mostrarles esto... no puedo menos que recomendarle, enorme, sincera y encarecidamente que vea, disfrute, escuche y eyacule con este vídeo:


Sonría, es viernes :)

miércoles, 16 de marzo de 2016

Hacking. Capítulo 15


15 CAPÍTULO XV

  • ¿Cómo que nuestra evolución? - preguntó finalmente Isaac, saliendo del estupor.
  • A ver - dijo Shapper, como siempre más práctico. - Jovencito, voy a tener que arrestarte y llevarte de regreso al lado norte, ha demasiadas acusaciones en tu contra como para que pasen desapercibidas.
  • Shapper…
  • Momento caballero, que el muchacho debe venir con nosotros. Así que, señorito Iandro…
  • Shapper…
  • No intente defenderlo, Isaac, esto es un asunto de la ley, y aquí yo soy la ley.
  • ¡SHAPPER! - gritó finalmente Isaac, claramente exasperado - siendo usted tan inteligente, ¿le parece sensato presionar al muchacho teniendo el apoyo que tiene?
Las palabras de Isaac hicieron que Shapper analizara su conducta. Se percató de la actitud alerta de los seres que estaban junto a Iandro y se dio cuenta de cuán insensato había sido.
  • De acuerdo - dijo con resignación - al menos danos una explicación de eso de que ellos son nuestra evolución. Lo encuentro aborrecible a decir verdad.
Iandro se adelantó y murmuró algo al ser que se encontraba al frente. Inmediatamente, todos los seres parecieron retroceder a una distancia prudencial, sin abandonar la expresión alerta.
  • Iandro, creo que es momento de que hablemos claro - dijo Isaac.
  • En eso estamos de acuerdo, señor Isaac, pero por favor, se ve que está usted ansioso por dar su teoría.
Isaac pareció avergonzado por un momento. Se repuso como pudo y continuó:
  • Debo confesar que hay algunas piezas de este rompecabezas que aún no logro encajar, pero es cierto, hay una teoría que me ha estado dando vueltas en la cabeza… lo cierto es que no alcanza aún a ser una teoría, pues hay demasiado que desconozco, hay demasiados detalles que se me escapan, pero que de igual manera te voy a contar:
»No hay un ser humano que se te parezca. Por más que observo a mi alrededor, no hay alguien, por ejemplo, que tenga tu agilidad mental. Ni siquiera yo, que puedo jactarme de ser inteligente. Has logrado un avance mucho más que considerable con la cuestión de la inteligencia artificial, que ni siquiera era tu proyecto… avances que, con todo el dolor que puede causarme, debo admitir que me dejan en el punto de la ignorancia e incomprensión. Así y todo, hay algo más, una característica de tipo anatómica que no has logrado disimular: tus ojos, cuando están cerca, no son como los de cualquiera. No alcanzo a comprender la estructura anatómica de tus ojos, la forma en la que recogen la luz y te envían la información necesaria a tu cerebro como para que éste la procese y te diga lo que te rodea. Todo lo demás parece normal, pero tus ojos son imposibles de ocultar, sobre todo para los observadores o para los desafortunados, como el pobre hombre que dejaste en shock luego de acercarte demasiado y mostrarle de cerca esos ojos que al parecer, le provocaron más temor de lo que él mismo ha podido aceptar.
»Sin embargo, no logro comprender ni la complejidad de tu anatomía, ni los alcances de tu inteligencia y, lo más importante, tampoco logro comprender en su totalidad la frontera entre nosotros, qué tipo de ser has llegado a ser. Sé que no somos de la misma especie, sé que hay un abismo entre nosotros, pero no logro discernir qué es. No entiendo por qué tu inteligencia parece salirse de los límites normales de cualquiera de nosotros, no entiendo cómo es que has podido hacerte del control de esos seres sin que haya pasado ni siquiera tres días desde que llegaste del lado norte. No sé cómo es que hay una comunicación entre las máquinas y tu cerebro.
»Tus orígenes también son un misterio, no hay un registro de tu lugar de nacimiento, ni de tu familia, al menos no un registro que se antoje verídico. Todo parece sacado de un libro. Todo en exceso normal, todo tan aleatorio que no parece aleatorio en lo absoluto.
»En resumen, Iandro, que la verdad, no creo que se te pueda llamar… humano.

Isaac terminó su planteamiento practicamente sin aire, andose cuenta de que parte de aquello lo había decidio en ese mismo instante, pero que de cualquier manera, había mucho que todavía no lograba entender del todo, algo que se le escapaba, algo que se bloqueaba.
Iandro miraba a Isaac con una gran sonrisa. Una sonrisa carente de malevolencia, pero cargada de inteligencia y de total comprensión.
  • A usted todo esto le parece incompleto - dijo Iandro, y la cara de sorpresa de Isaac no hizo más que darle la razón - hay cosas que no logra comprender, por más que le de vueltas, que parece que le escapan, que parece que están ahí, pero luego se van dejando solo la ansiedad de haber tenido la respuesta y haberla perdido en el momento. Me temo señor Isaac, que tengo las respuestas que busca, empezando por la que parece más obvia. Usted tiene razón, señor Isaac, yo soy diferente a todos los demás. Soy de una especie totalmente distinta… y lo peor, o lo mejor, de todo, es que sé perfectamente cómo dominarlos… a todos.

sábado, 12 de marzo de 2016

Sábado de vídeo


Un fanmade verdaderamente interesante que nos cuenta el momento en que el aprendiz de sith se convierte en Darth Maul. No tiene desperdicio.

Sonría, es sábado :)

miércoles, 9 de marzo de 2016

Hacking. Capítulo 14


14 CAPÍTULO XIV

Comenzaron a avanzar con infinita precaución y recelo. Intentando distinguir en aquella oscuridad carente de energía eléctrica en la mayoría de aquellas calles en las que el alumbrado público había sido o bien destruido o bien, simplemente inhabilitado.
Las lámparas bioluminiscentes que portaban los oficiales no era suficiente para una superficie oscura tan grande. Estaban diseñadas para lugares en los que la electricidad y el alumbrado de las calles era siempre un hecho, un axioma, algo que nadie hubiese pensado jamás en no tener. Isaac, que avanzaba decidido pero igualmente con temor, estaba plenamente seguro de que el "presentimiento" de Shapper era una realidad, aunque no alcanzaba a comprender del todo el por qué sabía, con certeza que era cierto. No veía nada, no escuchaba nada, pero sabía que estaban ahí.
  • ¡AHÍ, QUÉ ES ESO! - El grito de uno de los oficiales que los acompañaba sacó a Isaac de sus cavilaciones y asustó a todos los demás.
  • Cálmese Tomris - le dijo secamente Shapper, quien parecía calmado pero mantenía la vista clavada en lo que tenían enfrente.
  • ¿Usted sabe lo que son? - preguntó Isaac a Shapper.
  • Que más quisiera, caballero, pero no tengo ni la menor idea.
Lo que tenían frente a sí era algo que no habían visto jamás. Debajo de la única fuente de luz en varios metros, estaban unos seres delgados, que o bien volaban o bien se mantenían suspendidos en el aire con algún mecanismo que Isaac, un experto en el tema, no conocía. Aquello lo mantenía atemorizado, pero también motivado, emocionado por estar en presencia de aquello. Aquellos seres tenían ojos o al menos algo que los simulaba en medio de una cara alargada totalmente inexpresiva, muerta, carente además de una boca. Tenían alas o algo parecido, pero que no se movían para mantenerlos en el aire, por lo que Isaac descartó la idea de que fuesen la razón para estar en el aire. El cuerpo podía pasar por un cuerpo humanoide, si no fuese por la extrema delgadez, que dejaba de lado la posibilidad de tener algún tipo de órganos entre el pecho y la espalda.
  • Señor, ¿cree que nos ataquen? - preguntó uno de los oficiales, con toda seguridad buscando algo a lo que asirse, más que para constatar algo que ninguno de ellos sabía.
  • Digamos que si quisieran atacarnos, es muy probable que ya lo hubieran hecho - dijo Shapper, con un deje de duda.
  • Algo es seguro - le dijo Isaac - nos han estado vigilando desde que pusimos un pie en el suelo. Sin embargo también hay algo seguro, no pueden ir mucho más alto en el aire de lo que ya se encuentran.
  • ¿Cómo lo sabe? - Preguntó Shapper.
  • Porque de ser así, estaríamos invandidos de estos seres del lado norte, ¿no le parece?
  • Puede ser, pero eso, en estos momentos, no me da ninguna tranquilidad. Avancemos - le dijo por fin al resto.
Comenzaron a caminar en dirección hacia aquellos seres, casi contanto los pasos, esperando ser atacados en cualquier momento. Sin embargo, llegaron a estar practicamente junto a ellos, sin dejar de, o al menos esa impresión les daba, ser vigilados con mucha atención por aquellos seres voladores… o levitadores. Cuando llegaron lo suficientemente cerca, uno de ellos levantó la mano izquierda. Todos ellos se quedaron petrificados. Al levantar la mano, había emitido un sonido bastante molesto, chirriante, como cuando un par de junturas metálicas se mueven y producen un sonido molesto. No dijeron nada, simplemente les hicieron saber que no podían dar un paso más.
  • ¿Y ahora qué hacemos? - preguntó uno de los oficiales.
  • Quedarnos quietos, Tomris, a no ser que quiera usted ver lo que sucede si no se hace lo que ellos dicen.
Aquello sirvió como calmante. Todos parecieron aceptar aquello como algo que era así. Sin más. Hasta Isaac pareció aceptar la lógica de Shapper sin ponerla en duda. Se había dado cuenta de que aquel hombre, con todo su cinismo y practicidad, era en realidad lo suficientemente inteligente como para no ser imprudente y lo suficiente valiente como para saber el momento de imponerse ante los demás para mantener la calma.
  • Bien - dijo Isaac - no podemos movernos más. Acepto su lógica, no hay que arriesgarse en vano, pero hay demasiado que necesita respuestas.
  • De acuerdo, caballero - dijo Shapper con una sonrisa - pregúntele a ellos, a lo mejor le responden.
  • Sabe que, de hecho, ya lo había pensado - y diciendo esto, Isaac comenzó a caminar hacia el que tenía la mano en alto.
  • ¡¿PER QUÉ DEMONIOS ESTÁ HACIENDO?! - gritó Tomris, el oficial más atemorizado de todos.
  • Cállese Tomris - dijo Shapper con calma, con lo que Tomris, sin más, se calló.
Isaac llevaba las palmas de las manos dirigidas hacia el grupo de seres voladores en señal tranquilizadora, mostrando que no llevaba nada escondido. No sabía si es que le iban a responder o no, pero tenía que intentarlo.
  • Hola - dijo Isaac con tranquilidad - No voy a ir más allá, tal y como me lo han pedido. Pero me gustaría hacer algunas preguntas, con la esperanza de que puedan ustedes darme las respuestas.
No hubo ninguna respuesta, ningún movimiento por parte de los interpelados.
  • Solo son dos preguntas - continuó Isaac - la primera es, ¿saben ustedes en dónde está un joven que responde al nombre de Iandro? y la segunda, si es que ustedes lo saben, es ¿qué son ustedes?
Los seres, como antes, quedaron quietos, silentes, uno de ellos con la mano levantada. Luego de un buen rato, fue Shapper quien le dijo a Isaac:
  • Déjelo, caballero, estos no saben hablar.
  • No, para el que no los entiende - dijo una voz de detrás de los seres voladores - y siendo que ustedes no los entienden, déjenme responderle a sus preguntas, señor Isaac: Iandro está aquí - y diciendo esto, Iandro salió de detrás de los seres, todavía con las vendas cubriendo sus heridas - y la respuesta a sus segunda pregunta es un tanto más complicada de entender. Usted preguntó qué eran y la única respuesta plausible es una: ellos son su evolución.